Tengo una visión mientras manejo por la colonia Narvarte. En esa visión, Nadia, Yesenia, Alejandra, Mile y Rubén me dicen que los han asesinado dos veces: la primera fue el viernes 31 de julio, la segunda se ha dado por la explicación de sus muertes. El procurador capitalino y los medios oficialistas no están investigando, los oigo decir entre ellos, sólo están destruyendo nuestra reputación más rápido que las drogas (Un “periodista” que podría escribir un libro sobre cómo se enganchó a la cocaína ha revelado por Twitter el examen toxicológico de Rubén. ¿Consumir alcohol y cocaína son causales de tortura y muerte? ¿Si un día me asesinan y encuentran en mi sangre THC, entonces habré recibido mi merecido?). Esos medios al servicio de los políticos están bailando alrededor de la verdad, les digo. Son parte de esa fantasía en la que quieren decirnos que el crimen está siendo investigado. Nos dicen todos los días que las autoridades del DF son la solución, pero no nos dicen que, más bien, son parte del problema.
Hay colegas que sí están investigando sus homicidios, les platico cuando paso por Luz Saviñón. Entonces les hablo de Sandra Rodríguez. Ella trabaja en sinembargo.com y no se ha ido por las filtraciones. Ella ha buscado hechos y los hechos dicen que Daniel Pacheco Gutiérrez, el único detenido y consignado por los homicidios, no sabe nada. En su declaración ministerial, Daniel jura que él se enteró de los asesinatos por las noticias, el domingo 2 de agosto. “Si la procuraduría está basando sus investigaciones en las declaraciones de Daniel, entonces no tiene nada”, me ha dicho Sandra y yo le creo ciegamente porque Sandra aprendió en la guerra en Juárez cómo una ciudad se derrumba y acumula muertos, justo como ahora le está sucediendo al Distrito Federal.
La violencia ha crecido a la misma velocidad que la corrupción en el Palacio del Ayuntamiento y en Los Pinos, les digo a los cinco en mi visión y uno de ellos me contesta: Los verbos favoritos en México son Corromper y Matar, pero eso no lo publican los medios oficialistas. Esperen, los detengo, escritores, periodistas y artistas de todo el mundo han publicado una carta para exigirle a Peña Nieto que resuelva el crimen, para que investigue las decenas de homicidios de tantos colegas que han quedado impunes, y para que proteja el libre ejercicio del periodismo en México. ¿Y crees que Peña hará algo?, escucho que alguien me pregunta en esta visión, para él hay países peores que México y hay monedas peores que el Peso. Mierda.
Dejo atrás la Narvarte. En un alto leo la carta firmada, entre otros 500, por Noam Chomsky, Jon Lee Anderson, Paul Auster, J.M. Coetzee, Francisco Goldman, Junot Díaz, Salman Rushdie, Chimamanda Ngozi, Margaret Atwood, Louise Erdrich, Jaime Abello, Martín Caparrós, Alma Guillermoprieto… También leo que The New York Times y The Financial Times se suman a la exigencia.
Más tarde, veo que los periodistas del poder andan hablando de la suerte del Piojo, de la aparición de Angélica Rivera, de lo bueno que es el ejército mexicano, de una explosión en Bangkok, de la marcha contra Dilma Roussef y no falta el que escribe que la nota de la carta no es el reclamo internacional, sino que el 9 por ciento de los firmantes sean del diario El País.
Nadia, Mile, Alejandra, Yessenia, Rubén: el mundo ya respondió. Ahora veamos qué hará el hombre que dice que la devaluación no es una tragedia, sino una atracción.