La Línea 12 del Metro de la que Marcelo Ebrard se siente orgulloso podría ser cerrada en su totalidad y el anuncio darse a conocer en unas horas.
No sólo por los desperfectos de ondulamiento de las vías sino porque también dentro de las estaciones entregadas 35 días antes del término de la administración de Ebrad siguen sin estar bien terminadas.
Al paso de los usuarios siguen cayéndose los plafones debido a las lluvias como en las estaciones San Andrés Tomatlán y Zapotitlán. Un reporte interno que nos fue entregado dice que empeoraron las goteras en el trasbordo de Ermita, hay problemas con los elevadores y escaleras eléctrica.
Una red contra incendios que corre por toda la Línea presentó fugas de agua debido a que la vibración de los trenes ha degollado los tornillos que unen la tubería.
Estas anomalías y los tres mil 105 faltantes registrados en la apertura prematura han sido detectados a simple vista aunque Ebrard haya clasificado como información reservada al menos 17 documentos de la construcción, entre ellos el Apéndice “A”, referido a las dimensiones de los trenes y tipos de rieles, principalmente lo que pone en peligro la vida de casi medio millón de usuarios.
También hay problemas con el sistema electrónico que tiene base en la estación Tláhuac: la pantalla del control de mandos se pasma. Nada más y nada menos que con ésta se emiten las señales para que tal tren salga en tal anden. Ojo con esto: sin el sistema restablecido se ha tenido que hacer los cambios de vías manualmente.
Por eso, aunque no ha salido a la luz pública trabajadores sindicalizados ya alzaron la voz internamente, para que la Línea cierre por completo con el fin de no poner en riesgo a nadie.
Los problemas sindicales son otra lata. Hay mujeres que entraron como taquilleras pero aunque hicieron cursos para conducir los convoyes y ya están en esas labores su cheque sigue llegando con el salario de taquilleras.
Hay otras broncas. Un grupo de instructores que imparten cursos o supervisores de Línea no cumplen con el perfil pero están ahí por compadrazgo con el Sindicato, cuyo líder es Fernando Espino Arévalo.
Con todos estos problemas en el Metro las aspiraciones políticas de Marcelo Ebrard están hechas pomada. Ya nadie habla de sus aspiraciones a dirigir el PRD.
¿Quién va a pagar los costos extras de los trabajos de rehabilitación? Los ciudadanos
La renta diaria de 300 unidades de RTP esta saliendo en 900 mil pesos y les cobrarán por seis meses 162 mil millones de pesos.
Eso sin contar el presupuesto extra que se requiere para hacer bien lo que debió hacerse antes de que Marcelo entregará la megaobra. Esos recursos se sumarán al sobrecosto de siete mil millones de pesos que tuvo el proyecto en su primera etapa y que equivale a la construcción de 16 hospitales generales.
SÍGUEME EN @alexsanchezmx