El tema tiene nombre: discriminación y vulnerabilidad. Una acción que revalorizó a los adultos mayores en DF fue la pensión universal porque les dio independencia económica y dejaron de ser vistos como carga. Ahora faltan acciones afirmativas a su favor: trabajo, medicamentos y servicios de salud, esparcimiento.Paralelo a ello, leyes que persigan la violencia en su contra y la garantía de que se puede denunciar sin que eso los convierta en blanco, pues en su mayoría se trata de violencia intrafamiliar.
Aplicando y endureciendo la ley. Es increíble que esto pase en una sociedad dizque civilizada.
Nunca ha habido “inversiones” para la tercera edad, se llega hasta considerar que gastar en los viejos es tirar el dinero. Nuestra cultura es inmediatista, lo que ha dejado a muchos en la indefensión.Requerimos aunque suene horrible excedentes monetarios en los gobiernos, para que se empiece a pensar en ellos.
Dijo José Martí: “Si hay algo que ennoblezca a la juventud, es el miramiento y el respeto a los ancianos”; y es que una sociedad muestra su civilización dando un trato digno a sus adultos mayores, pues son actores pretéritos de la construcción social y cultural de una nación; por ello, se deben implementar políticas que ofrezcan educación e información tendientes a eliminar estereotipos negativos.En la Declaración de Toronto para la Prevención Global del Maltrato de las Personas Mayores, se señaló que: “el victimario suele ser conocido por la víctima, y es dentro del contexto familiar y/o en la unidad donde se proveen los cuidados”; por lo que, el maltrato de las personas mayores se podrá prevenir en forma eficaz, desarrollando una cultura de solidaridad intergeneracional que rechace la violencia.
Se necesitan políticas públicas enfocadas a que las y los adultos mayores sigan inmersos en nuestra sociedad en todos sus ámbitos. Durante la administración anterior el GDF logró abatir la mayoría de estas acciones mediante políticas transversales e integrales.
Los adultos mayores son fuente de experiencia y sabiduría. Son personas que han aportado mucho a la sociedad, por ello, a todos nos debe preocupar el maltrato físico, emocional y económico que llegan a sufrir muchos de ellos.Ciertamente, son muchos los factores de riesgo del maltrato de los ancianos, sin embargo, mucho tiene que ver el abandono que sufren por sus familiares, la incomprensión de sus necesidades y los estereotipos negativos que se han formado en torno a la vejez.La Declaración de Toronto señala que el maltrato sólo podrá prevenirse en forma eficaz si se desarrolla una cultura que favorezca la solidaridad intergeneracional y que rechace la violencia. Esta es la gran tarea de las autoridades, quienes deberían empezar por acatar lo que hace más de una década se estableció en la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en el DF: implementar programas de sensibilización; promover el empleo; garantizar atención médica y medicamentos; promover la integración social; y evitar cualquier acto de discriminación.A los adultos mayores no se les puede seguir marginando del desarrollo y la vida productiva cuando la esperanza de vida es cada vez más alta.