Aquí van algunos consejos para recuperar tu bienestar estomacal después de los clásicos atracones navideños
Por Ana Paula Domínguez
Seguro tú, como yo, nos pasamos de la raya con todo lo que comimos en la temporada de Navidad y cerramos con broche de oro con la rosca de Reyes. El impacto lo podemos sentir en la ropa que ya no nos queda o nos aprieta y sobre todo, experimentando una digestión más lenta. ¿Qué hacemos?
- Abstente de comer productos ultra procesados. Todo lo que viene empaquetado o con 20 ingredientes que no puedes ni pronunciar, mejor no lo compres ya que puede contener exceso de químicos, conservadores y grasas saturadas que no ayudarán en el proceso de desinflamarte.
- Bájale a las harinas, productos lácteos y azúcares. Todos sabemos que estos son los venenos que inflaman nuestro sistema. No se trata de que nunca los comas, sino de que moderes su consumo y sustituyas los de menor calidad por los de mayor calidad. Si vas a comer pan, busca que sea integral o recién hecho (uno al día, máximo); si vas a tomar lácteos como el yogurt, prefiere el griego sin azúcar; si vas a comer azúcar, escoge la que proviene de las frutas. Es sólo cuestión de sustituir y de acostumbrarse.
- Di no a los refrescos, ni aunque digan que tienen cero calorías o sin azúcar. Estudios han demostrado que de todas formas las personas suben de peso consumiendo refrescos con endulzantes artificiales. ¿De verdad quieres desinflamarte? Sólo toma café, té y agua.
- Deja descansar a tu sistema digestivo. Hoy escuchamos hablar mucho del ayuno intermitente, que si 14 horas, 16 o 18. Es mucho más sencillo que eso. Desde hace más de 5,000 años en India, el Ayurveda recetaba un ayuno de 12 horas. Es decir, si cenaste a las 8, ya no vuelvas a comer un snack a las 9 o a las 10 de la noche. Deja que suceda la digestión y desintoxicación en ese lapso de tiempo.
- Que lo primero que entre a tu estómago no sea un café expresso doble. Dale amor a tu estómago y toma un vaso de agua tibia a sorbitos, esto te ayudará a tener una mejor evacuación y a preparar a tu sistema digestivo para el resto del día.
- Bájale a las cantidades y come lento. Este es otro gran error que cometemos y lo traemos fresco de la temporada: comer hasta ya no poder más, hasta sentirte no sólo inflamado sino con gases y malestar estomacal. Hay que dejar un 25% del estómago vacío. ¿Y cómo saberlo? Muy fácil, come más lento. Uno de los mejores tips que he escuchado es el de dejar los cubiertos: al comer un bocado, dejas el cubierto y masticas al menos 25 veces; esto no sólo hará el proceso digestivo más sencillo sino que te permitirá darte cuenta si ya estás satisfecho.
Ojo, la regla es sencilla: que el 80% de tus elecciones alimenticias sean las saludables, y el fin de semana te puedes dar esos pequeños gustitos que nos nutren a otros niveles, sobre todo porque es más fácil que hagas estos cambios a largo plazo si no te sientes en un estado restrictivo.
Mantente atento porque en febrero iniciaré un reto para mejorar tu digestión. Podrás ver toda la info en mi cuenta de Instagram @anapau.dominguez. ¡Hasta la próxima!