Por fin, luego de tres días grises y helados, el jueves pasado a la 1 pm el cielo del DF se abrió: me pondría mi gorrita del Atlante, iría al parque con mi hija, tomaríamos un helado, oiríamos el canto de los cenzontles y veríamos el vuelo de las aves azules que migran desde el Canal de Chalco mientras la brisa pura aroma a jazmín que fluye desde Iztapalapa mecería nuestros cabellos. Pero la alegría murió cuando encendí mi PC, tecleé www.eluniversal.com.mx, el portal se abrió y sentí el impulso feroz de atacar con un picahielo el monitor de mi moderna Dell Dimension modelo 2004. No es muy recomendable: en su interior hay cristales líquidos termotrópicos y liotrópicos que, al derramarse, inutilizan la pantalla. Se me habría complicado escribir estas líneas. Mi anhelo criminal se engendró cuando leí el encabezado de esa página web: “Dan 96 mil pesos a campeonas basquetbolistas”. Al ver la foto del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, posando con las 14 niñas ganadoras del Mundial de Minibasquetbol que mostraban sus cheques a los fotógrafos, sentí una punzada en la vesícula biliar. Debió ser porque, abajito de esa noticia, había otra con el título “IFE confirma liquidación para consejeros”, que explicaba: “entre los 4 consejeros que habrán de terminar su encargo el próximo día 30, se contempla un pago por liquidación de 7 millones de pesos”. Justo debajo, una nota más informaba: “Damnificados bloquean bulevar en Acapulco. Acusan que no han recibido ningún apoyo a más de un mes de las afectaciones por la tormenta Manuel”. Es decir, las víctimas de las lluvias no recibieron un clavo, los 4 consejeros se irán con fortunas y a cada vencedora del equipo de básquet Bayón Netas le tocó 6,857 varitos. Perdón, 6,857 con 14 centavos. De las tres noticias, me sulfuró más la última. Será porque el mismo gobernador que les dio a las chicas ese dineral que las volverá princesas, gastó 77 millones de pesos para publicitar sus dos primeros informes de gobierno, y porque a toda hora y en todos lados (salas de cine, vallas, spots de TV que se ven de Tijuana a Palenque) nos obliga a admirar su rostro armónico con sonrisa franca de filántropo. Nos da testimonio de su grandeza con obras, visión de futuro y, sobre todo, galanura: buen traje, afeitado italiano, pelo engominado. Política de altos vuelos. Cuando lo vi sonriente, en lo alto de la página de Internet, usando a las pequeñas deportistas para vender otra vez su imagen (¿no podía darles el dinero sin un acto público?), también me apenó el frecuente papel de los medios que van a los actos proselitistas oficiales. La cosa funciona así. “Yo, medio de comunicación, le cubro a usted, señor político, su magno evento. Propago su belleza y caridad, y con eso ya cumplo mi función de informador veraz y oportuno; de paso, si usted declara ahí algo muy relevante -o cualquier burrada- no se me va la nota. Luego le pediré, con todo respeto, que confíe en mí su publicidad, que me pagará con el dinero de los impuestos del pueblo. Así, ambos nos la vamos llevando a todo dar”. Que los líquidos termotrópicos y liotrópicos tiemblen. Aquí sigo, frente al monitor, tentado de empuñar el picahielo.
(ANÍBAL SANTIAGO / @apsantiago)