Soy un absoluto creyente que los animales pertenecen a su entorno. Para mí, los animales del circo me generan desde pequeño a una enorme tristeza.Ojalá el DF se una a las ciudades que viven y piensan en el Siglo 21.
Soy ferviente creyente de la libertad. Explico: 1) el maltrato animal es un delito, se trata y castiga circo por circo; no por generalizar y porque existe la práctica todos son delincuentes; 2) los circos han avanzado conforme avanza la sociedad misma que exige espectáculos artísticos como le Cirque du Soleil; que sea pues el público con su presencia u ausencia el que defina si debe o no haber animales entrenados.
Siempre he sido un promotor del respeto, no sólo entre humanos sino hacia la naturaleza. Los animales requieren de un trato digno y el concederlo nosotros también nos da dignidad. Para mí mejor circo que el Circo du Soleil, no emplea animales sino talento, el circo tradicional mas bien lo percibo como el circo romano.
La aprobación a las reformas a la Ley de Espectáculos Públicos del DF es un logro para la agenda de bienestar animal que se lleva impulsando los últimos años en la ciudad. Es un primer paso para continuar legislando en la materia a nivel federal como lo hemos impulsado desde el Senado.
Este debate se circunscribe en un tema mucho más amplio que tiene que ver con el “bienestar animal”. Los seres humanos tenemos la responsabilidad de tratar dignamente a todos los animales, erradicar la crueldad hacia estos seres y propiciar una convivencia armónica con la naturaleza.Tristemente, los casos de maltrato hacia los animales no son recientes y durante años nos hemos enterado de incontables casos en los que se les inflige dolor, sufrimiento y estrés. Por ello, considero que es un gran paso que las entidades federativas empiecen a prohibir el uso de animales en circos, pero queda la tarea pendiente de elaborar una legislación nacional que asegure el trato digno y respetuoso hacia todos los animales.Esto es muy importante si tomamos en cuenta que hay una íntima relación entre la crueldad que se comete hacia los animales y la subsecuente violencia contra seres humanos. Si logramos una cultura de respeto y cuidado hacia los animales, también estaremos evitando una cultura de la violencia. Recordemos que la cultura de una sociedad se nota en el trato que se da a todos los seres vivientes.
La exhibición de animales en circos, ha sido considerada una práctica cultural; sin embargo, se ha señalado que lejos de fomentar su cuidado, se ha llegado a atentar contra su preservación, con actos como la separación de su medio natural, inadecuado traslado, mala alimentación, hacinamiento e incluso, tráfico ilegal; y al ser itinerantes, se dificulta su control y revisión. Incluso se conoce que en ocasiones viajan cientos de kilómetros, trasladados en jaulas que no cubren sus necesidades mínimas.El cuidado de animales salvajes es difícil, requiere de una gran pericia, instalaciones especializadas y amplia dedicación. Por ello, se estima que con esta prohibición, se previene el maltrato animal y el tráfico de especies de vida silvestre.
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