Delorean es una banda española formada en el año 2000. Su música suele ser bien reseñada en los medios y con frecuencia se presenta en los principales festivales del mundo. Entre un público muy especializado son un nombre reconocible. Y sin embargo, jamás se había hablado tanto de ellos como esta semana. Aunque le faltan algunas piezas al rompecabezas, -no todos los detalles han sido revelados- lo que ocurrió fue más o menos esto: Delorean vino a México a participar en MUTEK, festival de música vanguardista. Horas antes de abandonar nuestra ciudad, la banda, hospedada en un hotel de cadena transnacional ubicado en la Av. Alvaro Obregón de la colonia Roma, recibió una llamada en su habitación. Les indicaron que se movieran a otro hotel ya que en ese estaban en peligro. Los Delorean no colgaron el teléfono —como muchos de nosotros hemos hecho al recibir llamadas similares—: siguieron al pie de la letra las instrucciones de quienes se identificaron como policías o representantes de la seguridad del hotel (es uno de los detalles en los que no se ponen de acuerdo los medios). Les dijeron que se deshicieran de sus teléfonos y que compraran uno nuevo (para seguir recibiendo indicaciones, supongo), lo cual hicieron. Una vez en el segundo hotel les informaron que se trataba de un secuestro perpetrado, según dicen algunos medios, por los Zetas. Llamaron a sus familiares para pedir un rescate (aparentemente cinco millones de pesos por persona) y estos contactaron a la policía, que a su vez puso en alerta a autoridades internacionales y mexicanas. Al cabo de varias horas, los Delorean fueron rescatados sanos y salvos. Sin dudarlo, da mucha pena que hayan tenido que padecer un episodio tan lamentable y traumático, pero al final se agradece que no haya tenido un final trágico, a diferencia de tantos secuestros que ocurren en esta y en otras ciudades de nuestro país, en los que a pesar del pago de un rescate el ser querido no vuelve a ser visto con vida. Además en este caso, a diferencia de lo que estamos acostumbrados, la policía (la que haya sido) actuó de manera veloz y eficiente. Horas después, el DJ John Talabot —cercano a los Delorean— canceló su presentación en el Corona Capital y lo justificó con la inseguridad de México. Algunos españoles que conozco —casi todos miembros de la industria musical— manifestaban ante lo sucedido una indignación inédita en sus perfiles de Facebook y exigían que se hiciera algo. En los comentarios que les dejaban las personas había una histeria perturbadora: “no vuelvo a ir a México”, decían algunos. “Lástima de país, tan bonito. Pero ni para que ir”, decía otro. Cuando apunté que me parecían exageradas esas opiniones y que lo ocurrido a la banda no había sido TAN grave (comparándolo con otras cosas mucho mas terribles que hemos sufrido), se me señaló de frívolo y prácticamente me acusaron de chovinismo. Ahora, a raíz del incidente antes comentado, el gobierno español ha advertido a los españoles que viajar por acá es peligroso. Sigo pensando que son reacciones desmedidas. Allá ellos: acá siguen siendo bienvenidos.
(RULO)