Llegaron a mis manos cartas de soldados que abundan en descripciones sobre el clima de ciertas ciudades, sobre la rutina de los cuarteles y sobre la adrenalina que llega de imprevisto en las vidas militares. No contienen ninguna revelación periodística de impacto, pero son impactantes porque de alguna forma se ve el rostro de uno de esos soldados que de manera anónima cargan a cuestas con las guerras decretadas desde Los Pinos. Una de estas cartas fue escrita en febrero de 1975 por un militar que participaba en “la guerra” de aquel entonces, tristemente conocida como la guerra sucia, y que tuvo como trinchera principal el mismo estado de Guerrero donde hoy nos siguen faltando 43 estudiantes y cientos de personas más desaparecidas. La misiva, cuyo contenido es relevante históricamente, está firmada por el soldado Benito Tafoya Barrón y está dirigida a sus hermanos Gabino y Francisco.
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Esta es la transcripción literal de la misiva: Petatlan, Gro. Febrero de 1975 Hermanos, Gabino y Pancho Tafoya B. Hermanos les escribo esta carta esperando que se encuentren bien de salud, que de la que de mi se despide es buena gracias a Dios, ahora paso a decirles lo siguiente: Hermanos quiero que en cuanto reciban esta carta me contesten, mandenme decir si ya les mandaron decir de la casa que la Guera (Nicolaza) se fue con su novio y que Raquel y Paz se andan metiendo en problemas muy serios, que se andan metiendo de guerrilleras, digo problemas serios porque me ha tocado ver como acaban los que se dicen guerrilleros, digo que me ha tocado ver porque yo participe cuando rodiamos a Lucio Cabañas y a su gente y murieron muchos y a los que agarramos vivos (fueron varios) a mi me tocó subirlos a un helicoptero amarrarlos de pies y manos y atados a unas barras de fierro e irlos a tirar al mar y entre ellos iban dos muchachas, por eso yo temo que ellas llegue a caer en manos de la policía y tengan el mismo fin, de mis compañeros del batallón mataron nada mas a uno y a nosotros nos toco matar a Lucio Cabañas, yo lo alcance a conocer vivo ya que yo como soldado de confianza de un capitan me dijo que no me separara de el, me dijo a mi y a otros dos soldados mas que llegamos cerquita de Lucio como a 30 metros pero nos descubrieron y nos tiraron varias rafagas, pero a un compañero nada mas le pegaron, le pegaron en la cabeza ya que estabamos tendidos e inmediatamente abrimos fuego yo solo se que alli tire tres cargadores, no se si mate a alguien, o a nadie, yo estaba medio tonto en esos momentos yo era como un autómata, nada mas me dejaba llevar por instinto ya que en esos momentos con tantos disparos me quede aturdido pero Lucio Cabañas unicamente estaba herido y grito “hasta que se les hizo, pero les aseguro que no les voy a dar el gusto de que me maten ustedes” y el mismo se mato, pero el capitan que iba conmigo le dio el tiro de gracia. Yo crei que nos iban a premiar pero nada mas al capitan lo asendieron a mayor y a nosotros nada mas recibimos felicitaciones y fue todo… y quede medio sordo de un oido es todo lo que les cuento por ahora. Su hermano que desea mas verlos que escribirles. Benito Tafoya Barrón. Mi domicilio es: Plan Mayor 19/o B.I. Patatlan Gro.
¿Qué secretos como estos contendrán las cartas o mensajes electrónicos privados que escriben los soldados de hoy en día?