El dirigente del PRI DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, conocido como el “rey de la basura” -pues ha cimentado buena parte de su carrera política en el lucro que él y su grupo han hecho del negocio de la basura- recibió un duro golpe esta semana. Él y su grupo fueron despojados del control del grupo parlamentario del PRI en la ALDF.
Gutiérrez de la Torre se había apoyado en Tonatiuh González Case, diputado local y hombre de todas sus confianzas, para coordinar al tricolor en la Asamblea. Ambos, desde hace años, mantienen una férrea batalla –que ha pasado de los enfrentamientos verbales a los golpes- con su agrupo antagónico, encabezado por Beatriz Paredes y María de los Ángeles Moreno.
Cuauhtémoc y Tonatiuh habían ganado el último round. Al hacerse de la coordinación del grupo parlamentario, lograron arrinconar a María de los Ángeles, no sólo políticamente, sino que la ex presidenta nacional del PRI, ex senadora, ex secretaria de Estado y ex diputada, estaba relegada incluso físicamente. González Case la maltrató, le dio la oficina del rincón: esquinada y sin ventanas.
Gutiérrez de la Torre y González Case son aguerridos, echados para delante, y hasta bélicos y bravucones, dirían algunos, pero no son políticos. Y en ese terreno María de los Ángeles Moreno les dio cátedra.
El pretexto fue la división de opiniones en torno a la decisión que adoptaría el tricolor por el nombramiento de un nuevo Ombudsman en la Ciudad. La realidad es que, de acuerdo a los legisladores priistas, al ex coordinador no le cuadran las cuentas y lo acusan de desviar recursos. Como sea, Moreno aprovechó la coyuntura. Cuauhtémoc y Tonatiuh se descuidaron y la priista los madrugó. Así, con el respaldo del dirigente nacional del PRI, Cesar Camacho Quiroz, se hizo de la coordinación del PRI en la ALDF al obtener el apoyo de cinco de los nueve diputados priistas. Y no solo eso. También se quedó con la vicecoordinación, de donde hicieron a un lado a Jaime Ochoa para colocar a la diputada Karla Valeria Gómez.
En la ecuación, además de Moreno, influyó el apoyo de los también legisladores Fernando Espino Arévalo, dirigente del sindicato del Metro -quien se sintió abandonado y hasta torpedeado por Gutiérrez de la Torre y su grupo, ante las críticas por presuntas corruptelas al frente de su gremio- y Alejandra Barrios, líder de los ambulantes del Centro Histórico. Además de ellos, hubo dos legisladores clave para inclinar la balanza a favor de la ex dirigente nacional del PRI: Karla Valeria Gómez y Erik Rubén Jiménez (nieto de Alejandra Barrios). Pero ninguno se manda solo. Responden a una tercera corriente, Ala Progresista, que ha venido creciendo en el Oriente de la Ciudad y sus límites con el Estado de México y que encabezan el diputado federal del PRI, Isidro Moreno y el secretario de Elecciones del PRI capitalino, Juan Carlos Vázquez.
Ese grupo, que había estado cerca de Gutiérrez de la Torre, se alió con María de los Ángeles Moreno a cambio de la vicecoordinación, por sentirse relegados, sí, pero sobre todo porque desde Los Pinos y el CEN del PRI cambiaron las señales. El equipo cercano del presidente Enrique Peña Nieto, no sólo no ve con buenos ojos al “rey de la basura”, sino que están decididos a removerlo de la dirigencia del PRI DF.
No en balde, un político con experiencia, ex gobernador de Tabasco y ex senador, es el nuevo delegado del CEN del tricolor en la capital: Manuel Andrade. En la estrategia, el ex mandatario tabasqueño, tiene la encomienda de ser la sombra y operar para disminuir a Gutiérrez de la Torre. En el ajedrez, que se juega desde la oficina de Camacho Quiroz, no consideran la posibilidad de que el “rey de la basura” llegue a la elección federal de 2015 como dirigente priista en la Ciudad. “No podríamos hacer una campaña competitiva, con su imagen, con su desprestigio, para ganar espacios en el DF”, cuenta alguien que conoce de esta operación política.
Así que, más allá de la revancha política que María de los Ángeles Moreno cobró, contra Gutiérrez de la Torre, la remoción de Tonatiuh González como coordinador del PRI en la ALDF tiene otras implicaciones: es el principio del fin del grupo de Gutiérrez de la Torre que se había hecho del control del PRI DF. ¿Seguirá su salida de la dirigencia del tricolor capitalino? Al tiempo.
(MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN / @mlopezsanmartin)
