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Descubre la práctica del ayuno intermitente

Por: Redacción

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Todo lo que debes saber sobre esta práctica cada vez más cotidiana

Por Ana Paula Domínguez

El ayuno intermitente se ha practicado desde hace más de 5000 años. El Ayurveda desde entonces recomendaba dejar pasar al menos 12 horas entre la cena y el desayuno para así poder pasar por un proceso de digestión y desintoxicación adecuado mientras dormimos. En la última década, se han explorado los beneficios del ayuno intermitente; investigadores de la Universidad Johns Hopkins reportan que puede apoyar la salud del corazón y del cerebro, a la desinflamación, a la pérdida de peso y a las trillones de bacterias del intestino que promueve la salud del sistema inmune.


La Dra. Lori Shemek, autora del libro How to fight FATflammation! explica que “el ayuno también es beneficioso porque puede generar fuentes de energía en el cuerpo, llamadas cetonas, que promueven la longevidad, mejoran la glucosa en el metabolismo, reducen la inflamación, quitan los restos celulares y las células senescentes moribundas, aumentan la autofagia (la desintoxicación celular) y ayudan a la salud de las mitocondrias. Muchos de los otros beneficios que se obtienen al ayunar incluyen aumento de la sensibilidad a la insulina, pérdida de grasa (incluyendo la del estómago), mejores perfiles de colesterol, producción aumentada de las hormonas de crecimiento y mejor salud de los intestinos.

Métodos de ayuno intermitente para empezar

El método de 12 horas: dejar 12 horas entre comida y comida es un período suficiente para obtener los beneficios del ayuno.
El Método 16/8: dejar 16 horas después de la cena para comer tu siguiente alimento.

En su libro Life lessons from a brain surgeon, Rahul Jandial, M.D., Ph.D., habla sobre cómo, y más importante aún, por qué, ha hecho del ayuno intermitente una parte de su rutina diaria. “El ayuno intermitente despeja la mente, despierta los sentidos y mejora el funcionamiento del cerebro”, dice. Sin embargo, esta práctica no está recomendada para personas que padecen de enfermedades mentales, trastornos alimenticios o anemia, entre otros. Siempre consulta a tu médico antes de comenzar una rutina como ésta.