Ha sido un año espeluznante en muchos aspectos, pero justo cuando el mundo tira para abajo, como canta Charly García, la música alivia y permite encontrar pequeñas dosis de esperanza para una especie cada día más enferma y asustada. Estos son mis diez discos favoritos en nuestra lengua. No tienen desperdicio. Nos hablan de este momento pero desde lo más profundo del corazón y desde la música. Y de paso les deseo a todas y todos un maravilloso 2015. Dicen algunos que ya no nos puede ir peor, pero yo nada más para evitar la frustración no me haría demasiadas ilusiones.
1. Jazmín Solar. Universo Dentro. Esta compositora mexicana de voz profunda y melancólica nos presenta un disco intimista, complejo y muy emotivo en el que reflexiona sobre el amor, el miedo, el deseo y la condición humana con un estilo único y alejado de los lugares comunes de la música contemporánea.
2. Siddhartha. El vuelo del Pez.
Si bien era difícil superar un disco como Náufrago –su disco anterior–, el talentoso músico tapatío sigue aprovechando un gran momento creativo en su carrera como compositor y nos regala canciones maravillosas como Bacalar y Una señal, entre muchas otras.
3. David Aguilar. Sorpresas mejores.
Músico y poeta de altos vuelos, el sinaloense David Aguilar se aleja de la canción de autor y de los escenarios de trova para convertirse gracias a la colaboración de Hernán Hetch en un músico cuyas canciones hacen tintinear las neuronas de quien lo escucha.
4. Vicentico. Último Acto
Canciones nuevas, canciones viejas, colaboraciones entrañables como la de Willie Nelson en Sólo un momento y un intérprete que se derrama a sí mismo en cada canción sumergiéndonos en un viaje apasionado, feliz y doloroso, antípoda de la música de Los Fabulosos Cadillacs.
5. Jorge Drexler. Bailar en la Cueva.
Inspirado y renovado; así se muestra el uruguayo cirujano de las palabras quien recuerda los movimientos elementales del espíritu y nos recuerda a sus escuchas que la noche no es una ciencia exacta. Vale la pena destacar al Drexler guitarrista que en este disco se pone a la par del Drexler compositor.
6. Leonel Garcia. Life & Death.
Conmovedor y entrañable, Leonel García nos deja un puñado de canciones en las que vemos a un artista en efervescencia explorando los hilos más delgados del alma y demostrando que la canción pop nos puede seguir sorprendiendo durante mucho tiempo.
7. Jaime López y su Hotel Garage. Di no a la Yoga.
Con la furia de un adolescente y la sabiduría de un viejo bucanero, el gran Jaime López nos regala su manifiesto ante la patética manera en que nuestra sociedad se quiere lavar las manos en su propia mierda. Un disco que muerde, que aúlla, que patea, que echa espuma a carcajadas.
8. Manuel García. Retrato Iluminado.
Nuestro chileno favorito nos regaló una obra melancólica pero a la vez llena de luces y metáforas que también alumbran y que lo regresan a sus orígenes musicales. Un compositor de esos cuyo sentimiento y creatividad parecen inagotables.
9. Velázquez. Coyote.
Ro Velázquez, conocido por su trabajo con los Liquits nos sorprende con esta incursión en un género que cachondea con lo vernáculo, con el Tex Mex y con una sensibilidad que busca su raíz en otras vetas y que lo revela como un compositor en plena madurez capaz de dar un giro en su carrera, sin abandonar su banda de rock.
10. Cuarteto de Nos. Habla tu espejo.
Filósofos, intensos, románticos, rockeros, el Cuarteto de Nos es como escuchar a una banda conformada por Sigmund Freud, Nietzsche y Ciorán, todos concentrados en la prosa sin prozac de Roberto Muso, quien nada más por su canción El Aprendiz merece estar en esta lista.