Aprender a desconectarnos de nuestras falsas ocupaciones es una necesidad, y esta época es un gran momento para intentarlo
Por Ana Paula Domínguez
Hace un rato estaba escuchando un podcast de la coach Mel Robbins sobre el arte de no hacer nada, el cual me hizo reflexionar mucho, sobre todo en estos tiempos en los que estamos hiper ocupados. Y sí, muchos de nosotros tenemos mucho trabajo, hijos, familia, pero cuando terminamos de estar con ellos, en lugar de descansar tendemos a seguir ocupándonos.
Nos ocupamos en nuestros dispositivos electrónicos en ese momento libre en el que decides buscar algo que debía tomarte un minuto y se convierte en una media hora o cuarenta y cinco minutos en los que terminaste por revisar todas las redes sociales y en los que posiblemente acabaste alterado porque no tomaste la foto navideña perfecta o no subiste lo que todos lo demás hicieron. Así, nos ocupamos en compararnos.
Además nos comparamos con personas que nada tienen que ver con nuestras vidas. Cuenta Mel Robbins en su podcast que al ver a una autora de 29 años muy exitosa que platicaba sobre los 3 meses de gira que llevaba haciendo para promover su libro, se cuestionó: ¿por qué no estoy haciendo lo mismo? A lo que su asistente respondió: “porque tienes 3 hijos, un esposo y una compañía y no eres soltera y sin hijos como la autora”.
Nos ocupamos de juzgarnos por lo que no hacemos y los otros sí hacen y publican en sus redes sociales, sin ni siquiera cuestionarnos si eso es real o sólo es una publicación fantasiosa. O nos comparamos con una súper modelo que tiene 8 horas libres para ir al gimnasio y que nada tiene que ver con nuestra realidad. Nos comparamos con otros cuyas vidas parecen perfectas pero muchas veces esconden soledad y tristeza.
Pero el fondo del asunto, además de que lo anterior nos ayude a ser más asertivos en el uso de las redes sociales, es: ¿cómo podemos aprender a no hacer nada cuando tenemos tiempo libre?
¿Cómo dejar de sentir culpa si estás de vacaciones y dejar de planear, enviar y contestar correos o querer limpiar toda tu casa? Yo te recomiendo lo siguiente: prepárate un té, siente la temperatura de la taza, siente su olor y el ritmo de tu respiración, sal y toma un baño de sol y contempla la vida pasar.
O sino, como dice Mel Robbins, escucha una canción que te relaje o recurre a cualquier aplicación que te guíe para aquietar tu mente. Adicional a eso te invito a hacer un ayuno de dispositivos electrónicos durante las vacaciones.
A lo mejor por horas específicas en el día. El invierno es un tiempo de introspección y de guardarte, y con esto me refiero a también guardar tu energía, contenerte en el silencio y en la delicia de simplemente estar. ¿Te animas a intentarlo?