Programador de radio que en sus ratos libres produce televisión. Habla en RMX y en Imagen. Su tiempo libre lo usa en hacer fiestas a las que llama 212.
John Stewart no creía que iba a llegar a lo que hizo: moldear la confianza y opinión de una generación harta de los medios tradicionales.
El martes, al terminar la grabación de su programa The Daily Show, Stewart anunció que se retiraba de la conducción del espacio, luego de casi 17 años al frente.
La noticia no es simple. Millones de norteamericanos cambiaron su costumbre de consumo mediático aun antes de que internet y las redes sociales les enseñaran que hay otros caminos además de CNN y Fox News.
Stewart tomó el espacio en 1999, al final del sexenio dos de Clinton y antes de una turbulenta era de opinólogos y restricciones a la opinión y el debate. Parece paradójico pero no lo es: los canales de noticias radicalizaron sus posturas luego de la elección de W. Bush y, en lugar de pluralizarse, se enfocaron en audiencias que encuentran en ellos complacencia a su forma de pensar. Diría Alberto Lujambio: les confirman sus prejuicios…como los que escuchan solo a Carmen o a Beteta.
Stewart y su equipo decidieron abarcar las noticias sin miedos escudados en la única mentira: que era un noticiero de mentira. Sin importar partido o ideología, el show del comediante convocó a invitados y cuestionó decisiones y acciones que, en otros lados, eran sesgados.
La audacia de mezclar noticias con agudeza y humor funcionó. The Daily Show era, para muchos, el lugar para comprender la verdad detrás de las palabrerías de los debates, el sitio para entender la frivolidad mediática o de las redes sociales y, por supuesto, la propuesta menos comprometida de seguimiento a campañas electorales.
Colbert, Carrell, Wilmore o John Oliver son egresados del formato. Algunos incluso lo han reformado para crear sus lugares de gran éxito.
Ahora, las preguntas son ¿a dónde va el conductor? Afirma hoy que no tiene nada concreto, para desilusión de un amplio segmento de Liberales que se informaban noche a noche por su programa.
¿Qué sucederá con The Daily Show? Comedy Central -el canal que lo produce- seguro dará información en los próximos días. De hecho, antes del inicio de Stephen Colbert en CBS.
Y, por último, ¿se puede algo así en México? Existen propuestas como El Incorrecto o Ya ni llorar es bueno que requieren de mejores guionistas, menos chiste fácil y, por supuesto, mayor entendimiento de los eventos noticiosos para poder crear algo cercano. Hoy en día, dichos programas son más complacientes con sus conductores y productores que con la expectativa esperada. Expectativa que vuelva a un cómico el hombre más confiable de la televisión.
Por increíble que parezca.
(Gonzalo Oliveros)