Un hombre moreno que acababa de bajarse de una motocicleta se paró frente al encargado de una carnicería de la Colonia México en Nezahualcóyotl y lo amedrentó con una nueve milímetros recién sacada del cinto.
-A partir de ahora pasaremos una vez al mes. La cuota es de cuatro mil pesos por la protección.
El carnicero sintió que se le iba el aliento. Supo que no era una broma. Y aunque pasaron unos segundos entendió que estaba siendo víctima de una extorsión como de las que se había enterado en días pasados y cuyas víctimas eran conocidos cercanos y dueños de tlapalerías, materiales para construcción, abarrotes y otros negocios colindantes a la ciudad de México.
El pago al derecho de piso que llevó a las autodefensas a levantarse contra Los Caballeros Templarios está en los límites del Distrito Federal.
-¿Cuatro mil pesos? No me da pa´tanto, jefe- dijo el encargado que llevaba puesta una bata blanca manchada de sangre.
-Sino ya sabes. No creo que quieras que te pase lo que al compa de la Ferretería.
La advertencia tenía que ver con el secuestro al hijo del dueño del negocio que se había opuesto a pagar la extorsión.
Al carnicero el tipo le habló de sus dos hijos, de sus nombres, de la escuela en la que estudian, de las características físicas de su esposa, así como de la hora de entrada y salida de ella.
El hombre moreno y alto se identificó como integrante del cartel Nueva Generación de Jalisco, que con la caída de los Caballeros Templarios, ahora era el que controlaba no sólo Jalisco y Michoacán sino ahora el Estado de México.
Durante 2013 en la entidad mexiquense se registraron más de 2 mil 221 asesinatos relacionados con el narcotráfico. Tan sólo entre enero y febrero del 2014, fueron ejecutados más de 128 personas. Se trata del bimestre más violento de los últimos años.
Además según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y febrero del mismo año se registraron 262 casos de extorsión y 37 secuestros, pero la situación parece agravarse aún cuando tanto autoridades locales y nacionales reconocen el fenómeno.
El carnicero de la Colonia México de Nezahualcóyotl que está separada de Iztapalapa por la avenida Texcoco se rindió ante la amenaza, pero solicitó una consideración para pagar una cuota más baja.
El tipo que había entrado a la carnicería tomó el celular, hizo una llamada y después de un breve diálogo puso a su interlocutor con el carnicero quien dijo que lo más que podía pagar eran dos mil pesos. El hombre de la voz dijo que la cuota no estaba a regateo. Así que el carnicero cerró al día siguiente su negocio y se mudó a casa de sus suegros.
La historia de los Templarios, cuya red todo mundo sabía (menos la PGR) que involucraba a altos funcionarios del gobierno, se repite en tierra del Presidente de la República y hasta este momento los ciudadanos no han recibido una solución a sus problemas. ¿Qué esperan las autoridades? ¿Qué otra vez los ciudadanos hagan su trabajo?
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(ALEJANDRO SÁNCHEZ)
