El novelista francés Jacques Abeille dice que cuando el mundo está a punto de cambiar de piel experimenta violentas sacudidas. Los tiempos que corren parecen atravesar uno de esos momentos históricamente álgidos en los que el mundo se convulsiona intentando buscar un nuevo orden. Ante el derrumbe social e institucional que percibimos a nuestro alrededor, proliferan el desconcierto y el desasosiego. La realidad es cada vez más difícil de tolerar o entender y ante tal escenario no es fácil orientar el rumbo de nuestras acciones. Dichas circunstancias han dado pie a movimientos de indignados en distintas partes del mundo. Uno de los problemas más complejos que enfrentan dichos movimientos es la materialización de sus exigencias en una transformación real. En su estupendo libro Los condenados de la pantalla (Caja Negra, 2014,) la artista y ensayista alemana Hito Steyerl advierte que los movimientos de protesta deben atender que su articulación “concierte tanto a la organización de su expresión como a la expresión de su organización”. Los símbolos de la protesta son importantes, pero también lo es la manera en la que se estructura al interior de un movimiento la organización de sus miembros.
Esto supone un proceso reflexivo que en momentos de tensión como los actuales muchas veces no acontece. La desesperación, la rabia y la indignación son tan grandes que las reacciones suelen ser viscerales y polarizadas. Las distintas expresiones de disidencia frecuentemente caen en posturas maniqueas que exigen, paradójicamente, la adscripción a una causa –a veces incluso a un mero eslogan– sin que medie un proceso de reflexión.
Sin duda atravesamos momentos críticos que invitan a la acción. No obstante, para darle un sentido más amplio y profundo a la resistencia, es necesario establecer circuitos dedicados al pensamiento. Desde hace más de 25 años el Hay Festival, que se llevará a cabo del viernes 23 al domingo 25 de octubre en distintas sedes de la ciudad de México (la programación completa se puede consultar aquí: https://www.hayfestival.com/mexico/es-index.aspx?skinid=19&localesetting=es-ES), ha sido precisamente eso: una plataforma para la circulación de ideas. Personalidades de distintas disciplinas de las artes y el conocimiento, que van desde la biología molecular o las matemáticas hasta la danza, el cine y, por supuesto, la literatura, ofrecen al público asistente (tanto presencial como en línea) un espacio en el que pueden entrar en contacto con realidades de otras latitudes (Cuba, Líbano, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, México, España, Argentina o Francia), para tejer una visión del mundo más honda y compleja a partir de la cual se puedan fijar posturas que nos permitan comprender el mundo y comprendernos a nosotros mismos de manera más amplia, para poder así definir el rumbo de nuestros pasos.