El día de hoy el presidente Peña Nieto dará un mensaje con motivo de su tercer informe de gobierno. ¿Me pregunto qué nos dirá?
Quizá el Presidente nos cuente que este año cambió el significado de la palabra “imperdonable”. Que contra lo que pudiéramos pensar, el término no se refería a que sería despedido quien no impidiera la fuga de un capo, sino que apenas implicaría un llamado de atención.
Tal vez en su intervención el Presidente nos cuente que la medición de Coneval presentada hace algunos meses mostró que en sus primeros dos años de gobierno aumentó en dos millones el número de mexicanos pobres.
Y en un tono autocrítico, podría sorprender a varios al reconocer que apenas 90,mil mexicanos salieron de la pobreza extrema en ese tiempo y que por eso hará cambios radicales en la política económica y social.
Durante su intervención, Enrique Peña Nieto podría reconocer que con tristeza descubrió que Virgilio Andrade, secretario de la Función Pública nos mintió. Y que gracias a Bloomberg descubrió que fue falso que el Secretario Videgaray hubiera comprado su casa cuando no era servidor público, que le dolió saber que la terminó de pagar en 2014, cuando ya era secretario de Hacienda, y que por esa mentira es que decidió separarlo de su cargo.
Ya entrado en esas, quizá el Presidente nos diga que reconoce que la economía no va bien. Que la reforma fiscal salvó a las finanzas públicas, pero con cargo a la economía de los mexicanos. Y que por ello va hacer una revisión muy seria de la reforma y el presupuesto para el 2016.
Que reconoce que las reformas no han mostrado los resultados prometidos, que sabe que si se sigue haciendo lo mismo se obtendrán los mismos resultados y que por eso ha decidido abrir su gobierno a los que tienen visiones diferentes, aunque no sean de su partido político.
Tal vez todo esto forme parte del mensaje del Presidente. Aunque algo me dice que nada de eso será lo que hoy vamos a escuchar.