‘El PRI en la plenitud del poder’, por @diegoeosorno

Estuve en Texcoco y Atenco el 3 y 4 de mayo de 2006, durante el brutal operativo de represión ordenado por el entonces gobernador Enrique Peña Nieto y el entonces presidente Vicente Fox, en contra de comuneros y activistas opuestos a la construcción de un nuevo aeropuerto en sus tierras.

No entiendo cómo este gobierno anuncia otra vez la construcción de un aeropuerto en la misma zona sin por lo menos haber castigado a los responsables de todos los niveles de una serie de delitos que van desde la tortura hasta el asesinato, pasando por la violación.

Aunque creo entenderlo, tomando en cuenta que ahora el Zócalo puede ser convertido en estacionamiento de amigos del presidente, el Fondo de Cultura Económica en una agencia de propaganda presidencial y la Comisión Nacional de Derechos Humanos en una instancia que exige a los gobiernos estatales reprimir protestas.

No es que México esté al revés, sino, como diría uno de los ideólogos de la actual administración, el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, el PRI está “en la plenitud del pinche poder”.

Mi libreta de apuntes de aquellos días en Texcoco y Atenco da cuenta de lo sucedido e ignorado por las autoridades judiciales mexicanas hasta que la Suprema Corte de Justicia ya no pudo encubrir más esta injusticia y ordenó la liberación de doce líderes que habían sido encarcelados, el más conocido de ellos, Ignacio del Valle.

He aquí fragmentos de declaraciones de las mujeres que fueron detenidas y vejadas en Texcoco y Atenco, cuyos casos forman parte de expedientes que tienen en su poder Amnistía Internacional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“A las mujeres nos trataron como un botín, como decir: “¡Ah! Aquí están 6 mujeres” y todos los hombres encima de ellas”.

***

“A mi pareja los policías le gritaban “¿Así te la coges güey?”, cuando me estaban haciendo cosas a mi”.

***

“A una compañera le decían que… que les dijera “vaquero”, ¿no? y mientras ellas decían “no”, más le pegaban, le pegaban”.

***

“Ya de tanto golpe, ya la compañera decidió hacerlo y dijo “vaquero” y todos los policías se ríen, ¿no?, si, como si fuera un juego.

***

“A la alemana le decían “tú estás bien bonita, tú no tenías que estar metida en esta onda de zapatistas, cásate conmigo”, ella se quejaba”.

***

“Las estuvieron tocando sobre los senos, los glúteos, las insultaban, las decían “Perras, seguro que estás sidosa” y cosas de ese tipo”.

***

“Suben policías al camión y en mi espalda ponen a otra compañera, hoy sé que es una de las compañeras españolas, y la empiezan a desvestir”.

***

“Yo pensé que la estaban violando por lo que oía. Ahora sé que parece que no alcanzaron a penetrar pero le pusieron una vejación monstruosa”.

***


“Gachupina, mira dónde te viniste a meter pinche española, pendeja, etarra”, le decía a la compañera”.

***

“Le introducen los dedos en su vagina, le tocan los senos, la pellizcan ahí y en los glúteos. Y yo siento cómo ella trata de defenderse”.

***


“¡Tengo asma, tengo asma por favor!” y le decían “¡Pues muérete pendeja!”.

***

“Siete mujeres pusimos una denuncia por tortura y violación ahora estamos en ello. No tuvimos acceso a los peritajes dentro del penal”.

***

“Y para colmo, nos vino las regla menstrual el 5 de mayo, traumatizas, adoloridas, con heridas graves y jamás recibimos la atención médica”.

***

“Luego hemos sido víctima de unos medios, ponen en tela de juicio las violaciones. dicen que no había mujeres detenidas. ¡Éramos 50!”.

***

“Nos formaron en fila india y con la cabeza agachada. Empezaron a quitar, bueno, a mí sí me quitaron la ropa. Me quedé sólo con el blazer”.

***


“Me dijeron que era una revoltosa, que me iban a violar, que igual tenía sida pero que no importaba, que no me iba a salvar”.

***

“En eso empezó a oler raro el camión. Los policías se iban drogando e iban viendo películas pornográficas en el camión”.

***


“Nos iban metiendo las manos en la parte posterior del pantalón y, ahí, nos seguían toleteando”.

***

“Una compañera se bajó los calzones y le enseñó como estaba toda golpeada, pero el director del penal bajó la cabeza y se fue”.

***


“Mucha gente te pregunta: “¿te violaron?” Pues no quiero hablar de eso, quiero retomar mi vida”.

***


“A las que violaron las llevaron a la parte trasera y allí las violaron, encima de compañeros”

***

“Él se aferraba a sus nalgas pero no llegó a la penetración con el pene, le metió una llave o algo metálico”.

***

“De 3500 policías escogieron 50 para el polígrafo y según esto ninguno usó violencia sexual y solamente 8 usaron abuso fuerte. “

***

“Siento que quisiera irme al monte, estar sola, llorar a grito abierto. Así yo quisiera. Me golpearon en el alma, no en mi dignidad”.

***

“Me dijo un policía “Pinche perra, ¿cuántas posiciones te sabes?”, y yo “ninguna”, y otra vez “Pinche perra, ¿cuántas posiciones te sabes?”.

***

“Me dijo luego “¿Sabes hacerlo con la boca?”, “No”, “Pues vas a aprender”. Uno se bajó el cierre y me obligó a hacerle sexo oral”.

***

“Saqué el semen porque yo no me lo quería pasar y escupí y me cayeron unas gotas en el pantalón. Luego vino otro y fue igual”.

***

“A dos policías los reconocería muy bien, si alguien me enseñara una foto yo los reconocería muy bien”.

***

“Me chequearon la cabeza. Yo dije que traía semen en mi pantalón, dijeron que no podían hacer nada. Me dieron un naproxeno para el dolor”.

*****************

SÍGUEME EN @diegoeosorno

(DIEGO ENRIQUE OSORNO / www.diegoeosorno.com)