El boom por las hamburguesas ha impregnado el país. Cada día, más restaurantes, food trucks y changarros han decidido que la jugada se encuentra en aquel platillo creado en Roma y refinado en Hamburgo.
Las hay de todo tipo: Gourmet, sencillas, de homenaje, en comida fusión, minimalistas, y hasta aquellas que parecen cocinadas con carne de unicornio. Los lugares donde uno puede encontrar una hamburguesa cocinada con pasión y receta secreta –no pun intended- van en crecimiento de renombre y popularidad. A la mente, sin duda está la Burguesa, el Pig and Pearls, el Monosabio y hasta el Cardosanto.
(Aquí entre nos, mi favorita en la Ciudad de México se encuentra en el restaurante Brooklyn de Escenaria. La mayonesa de Trufa es única).
Paradojas de la vida, el boom de la hamburguesa ha beneficiado a todos menos a las cadenas de hamburguesas. Mc Donalds ha comenzado una lucha en donde las madres de familia puedan ver una alternativa saludable a su comida y los oficinistas tengan una opción distinta a los tacos de canasta. No obstante, el público millenial se va alejando de ellos por lo menos en percepción.
Los reportes indican que el adulto joven aún consume por fidelidad una Big Mac, pero prefiere dar su preferencia a marcas como Five Guys, en los Estados Unidos, que consideran más “saludable” y “fresco” (aunque la enorme cantidad emanada del aceite de cacahuate con el que cocinan en dicha marca diga lo contrario).
Si Mc Donalds pasa por esos problemas, hay otras que, de plano, no ven la suya.
Burger King no es el caso.
Conducido por un millenial, la marca originada en Miami relanzó ideas y porciones, contrató a una mujer de origen brasileño para hablarle a un Mercado que pareciera lejano antes las necesidades de cuidado de ambiente y exigencia social.
Bianca Shen entendió la exigencia e ideó una propuesta osada de paz y bandera blanca: la tregua con McDonalds y la creación de la Mc Whopper, combinación de la Big Mac y la hamburguesa ícono del rey.
Además, relanzó la propiedad característica de la marca de preparar las hamburguesas al gusto del cliente. Los resultados financieros son sorprendentes.
Y aunque Mc Donalds declinó la invitación con un dejo de soberbia, el Rey y sus hamburguesas lograron el objetivo de ponerse a la delantera en la idea que, al final, fue reemplazada por otra ocurrencia: una hamburguesa de Halloween con bollos negros.
El resultado fue menciones múltiples en redes sociales y el desagradable efecto secundario de heces fecales verdes en los comensales. Otra cosa más para hablar de la marca.
Con todo ello y pese a que por sus características no puede competir como producto Gourmet, Burger King vive un momento real de acercamiento a una generación que ve a la realeza con desdén.