De un tiempo a la fecha he comenzado a seguir las cuentas de twitter que han abierto los habitantes de distintas colonias. Por ejemplo, la Colonia Narvarte tiene: @_Narvarte, @En_Narvarte, @Narvarte, @ColoniaNarvarte, @ColNarvarte e incluso @infonoctámbulo (Noctámbulo Narvarte, un canal para la promoción y difusión de lasa ideas que se generan en la Narvarte), @EstiloNarvarte (una revista de estilo y negocios de la Narvarte) y @narv_arte (Corredor NarvArte: actividades, proyectos, campañas de arte y cultura de la colonia) además de @RadioNarvarte (la radio oficial de la Narvarte por Internet). El otro día, le pregunté al especialista en estos asuntos @antoniomarvel (oficial en comunicaciones en @article19mex, bloguer, anticopyright research, internet freedom advocacy y cocinero) qué significaba tanta densidad, pues me he dado cuenta que un montón de colonias de la ciudad tiene tantas cuentas de Twitter como la Narvarte. Me dijo que esto es un reflejo de algo que ya se sabe entre los que estudian Twitter: que las comunidades en esta red social son increíblemente locales. Lo que reflejan tantas cuentas es algo que ya sucede en la realidad, es decir, que la gente sí se interesa por su entorno y le gusta participar. Pero debido al particular sistema político del Distrito Federal, donde no hay contrapesos ciudadanos en las delegaciones, y las asambleas de los barrios no tienen representatividad real, estas redes también funcionan como una vía de acceso a las autoridades y como una forma de establecer solidaridad horizontal entre las organizaciones. “Derriban las barreras que naturalmente existen entre los ciudadanos y las autoridades, pues pueden hacer evidente, por ejemplo, que tu delegado no te hace caso, que las autoridades no te quieren recibir”, me dijo. La cuenta de la colonia Reforma Social, en la delegación Miguel Hidalgo, es un buen ejemplo de cómo funciona esto. La cuenta nació hace poco más de un año para defender el parque de esta colonia. Un decreto presidencial de 1977 hizo de un terreno de 3.5 hectáreas un parque. Los antiguos dueños de este terreno, que era parte de la Hacienda de los Morales, litigaron y lograron recuperar la propiedad en 2009. En 2010, se notificó a los vecinos que el parque estaba perdido y que había que entregarlo para que se construyan seis torres de 30 pisos. Ellos se organizaron y lucharon para defenderlo. “Nos dimos cuenta de que la cuenta de Twitter era un medio de enlace entre distintas organizaciones de la ciudad de México que están en contra de una urbanización salvaje y una forma de control a las autoridades”, me dijo Francisco Navarro, vecino de la colonia. La organización ha sido exitosa y logró no sólo resistirse físicamente a la intervención de la constructora, sino también que el delegado de la Miguel Hidalgo interviniera y, por lo pronto, que aquella decisión quedara pendiente. Hay una posibilidad de que el terreno se expropie o se compre. “Antes, Hir Casa se habría quedado con el predio sin que nadie se hubiera enterado”, dijo @antoniomarvel, “pero en una ciudad tan conectada como la nuestra, los excluidos de ayer pueden hacer que se escuche su voz hoy”.
(GUILLERMO OSORNO / @guillermosorno)