Ya lo decían en alguna tira de Mafalda: nunca es fácil conmoverse al mayoreo. Es decir, a pocos cimbra un dato igual que un testimonio, aunque el primero englobe un problema y el segundo sólo se refiera a un caso. Ahí está el ejemplo de la pobreza: la cifra de 50 millones de pobres es fácil de olvidar. Una historia de pobreza y marginación siempre impacta. Pero me arriesgo, porque creo que el tema bien lo vale. Y menciono algunos datos que, creo, son demoledores: 1.- ¿Sabías que 1 de cada 2 adolescentes de 12 a 19 años, que inicia su vida sexual, se embaraza?
2.- ¿Que 4 de cada 10 embarazos adolescentes no son planeados o deseados?
3.- ¿Qué 2 de cada 10 adolescentes de 15 a 19 años han estado embarazadas en más de una ocasión? Sí, dos de cada 10.
4.- ¿Qué una tercera parte de las mujeres adolescentes (37% para ser precisos) no utilizaron ningún método anticonceptivo en su última relación sexual?
5.- El año pasado, 10 mil nacimientos fueron en niñas de 10 a 14 años y que 17.6 por ciento de los nacimientos del país corresponden a adolescentes de 10 a 19 años.
6.- Claro, la consecuencia de todo esto es que los embarazos son una de las principales causas de deserción escolar. ¿No son demoledores? Y ahora súmenle el tema de la violencia sexual de la que son víctimas estas adolescentes y que provocan un número importante de los embarazos. No se si me impactan más estos números porque tengo dos hijas adolescentes. O porque, aún a sabiendas de que había un problema importante en México de embarazos adolescentes, no me ha sido fácil verlo desde las zonas clasemedieras de la Ciudad de México en las que me muevo. Confieso que, a lo más que llego, es a escuchar de mis hijas algún testimonio de un caso lejano de su escuela (que tiene secundaria y preparatoria) al estilo “dicen que hace dos años, fulanita de segundo de preparatoria dejó la escuela porque estaba embarazada”. Pero nada más. Pero hablamos de miles de casos. Y peor: lo que quizá más debe asustarnos es que, como país, no hemos sido capaces de mover estos números a la baja. Al contrario, van a la alza. Saco este tema hoy a colación porque el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), una organización de la sociedad civil, arranca una nueva campaña sobre embarazo adolescente, orientada no sólo a informar a todos, sino además a presionar a los gobiernos para definir políticas públicas claras al respecto. Porque como dice GIRE, esto “tiene solución”. Porque los gobiernos tienen la obligación de definir programas para prevenir y atender la violencia sexual, garantizar educación sexual y acceso a métodos anticonceptivos, así como el acceso a la interrupción legal del embarazo. Porque el Congreso debe reformar la ley para impedir que exista todavía el matrimonio infantil. Y porque evidentemente, como padres, tenemos que entrarle al tema. No sólo saber lo que pasa, sino enfrentar el tema en casa: prevención, educación… El silencio es la peor arma posible. Los números, en efecto, pueden ser fáciles de olvidar. Al gobierno y a nosotros nos toca que cada vez haya menos testimonios, pero no por falta de información, sino simplemente porque debe haber menos casos.
(DANIEL MORENO CHÁVEZ / @dmorenochavez)