Al momento de escribir este texto dos noticias luchan en mi cabeza. La primera, la apertura de Amazon en México, la tienda digital que ha cambiado muchas cosas en Estados Unidos y que muy probablemente también lo hará en nuestro país. Créanme que no es poca cosa su llegada y el tiempo lo demostrará.
La primera noticia habla del futuro, porque nos guste o no buena parte del mundo va hacia allá: tiendas digitales, compras en línea y una sacudida al mundo de los negocios con nuevos ganadores y perdedores como está ocurriendo con la irrupción de Uber en el mundo de los taxistas.
La otra nota habla del pasado, tanto que nos remonta al momento anterior a la creación del Estado, pues en la ley de los extorsionadores la única regla es la de la violencia y del poder del más fuerte.
Honestamente quería escribir de Amazon, de lo que pudiera significar en oportunidades y en nuevos retos pero no pude hacerlo sin sentir un nudo en el estómago al saber que en la Ciudad de México se vive un problema de este tamaño, agravado por un jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien niega la realidad, y por una sociedad incapaz de reaccionar y de articularse, como si creyera que la tragedia caerá siempre siempre sobre los otros y nunca sobre nosotros o nuestros seres queridos.
Entre esas dos realidades se encuentran la ciudad y el país y lo cierto es que mientras no resolvamos lo esencial, es decir, la seguridad de quienes aquí habitamos, el futuro nunca terminará de llegar del todo.
(MARIO CAMPOS)