Contamos con fuertes indicios de que Julio César Serna salió bueno para cobrar. El director de la Central de Abasto pretende pedir cuota de entrada a peatones como ya sucede con los vehículos.
Sin duda se avizora un negocio muy rentable, nada mal para un administrador al que no pocos lo ubican como la figura que sustituiría a Édgar Amador González en la Oficialía Mayor del gobierno local.
SUAVE, SUAVECITO
Tenemos fuertes indicios de que en el edificio “nuevo” del gobierno de la Ciudad de México les ha dado por copiar códigos de conducta propios de la Administración de Enrique Peña Nieto.
El mismo Secretario de Gobierno, Héctor Serrano, habría caído en ese tipo de acción al solicitar a líderes de partidos de oposición que si van a hacer alguna crítica al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, mejor se refieran al gobierno local o a la administración capitalina.
En el ámbito federal también se pide la utilización de eufemismos para no “dañar” la figura presidencial, una práctica que pronto se romperá, porque en el año electoral, todos los partidos se darán hasta con la cubeta.