I LOVE MY COWORKING

Le llamaré WOW Networking Coworking. Lo colocaré en una calle principal de una colonia céntrica, entre restaurantes de ceviche, lugares donde venden galletas y malteadas, y cafeterías con máquinas de expresso italianas. Trataré de entrar, pero el policía, que me habla de tu, me dice que no me recibe sin identificación. Iré por mi pasaporte, porque perdí recientemente la credencial del INE y la licencia. Regresaré para conocer uno de decenas de espacios de trabajo compartido de esta zona, a la que ya le llaman el Chilango Valley, por la concentración de jóvenes empresas de tecnología.

Es una nueva cultura del trabajo, con un nuevo lenguaje con palabras como start up e investment fund. El policía ve mi pasaporte y avisa a Carolina (su nombre es falso, pero ella es verdadera) que voy para arriba. Paso por un letrero que dice: una comunidad de emprendedores genera impacto. Abro una puerta de cobre que me lleva al nuevo El Dorado. Estoy frente AL IMPACTO, una oficina abierta donde decenas de chicos y chicas miran la pantalla de su computador. Carolina me da su tarjeta; es una pequeña burla de las calcomanías que los gringos se ponen en las convenciones. La tarjeta dice Hello, my name is Carolina (host). Carolina me enseña las salas de juntas con proyector y aire acondicionado y los espacios en común, donde todos los viernes los socios de WOW Networking Coworking toman clases de portugués, yoga o nociones básicas de emprendedurismo, o como se diga en español.

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Hace poco, leía una nota del New Yorker: señalaba que las oficina abiertas, si bien hacen sentir los empleados relajados y modernos, son fatales para la concentración, e incluso son dañinas para la salud. Los trabajadores en estos espacios se enferman más que los que laboran en oficinas individuales. Una nota de Forbes afirma que la falta de privacidad reduce la creatividad.

En WOW Networking Coworking se puede observar algo de eso, pues un grupo de cinco jóvenes emprendendores discuten voz en cuello. Sin embargo, si compras tu membresía, Networking Coworking te ofrece 65 impresiones de la máquina copiadora, correo electrónico, casillero y acceso a una especie de Facebook privado, al que sólo están adscritos los socios de este cadena de espacios de trabajo colocada en más de 80 ciudades en el mundo. Así que si tienes una idea genial la puedes compartir con todo el mundo… con todo el mundo milenial, quiero decir, con sus déficits de atención y su alta estima.

Al salir de Networking Coworking escucho a un chico de suéter abierto y cabello amarrado como moño decir que en particular a él el latte le gusta más que el capuchino porque la leche extra aminora el sabor amargo del café.

Me pregunto: ¿dónde estoy? Abro los ojos: en la colonia Roma, por su puesto. El Chilango Valley. Wow.