Conozco a Miguel B. Treviño de Hoyos hace más de trece años. Tiene una amabilidad que desarma. Y un tesón muy propio de los de su tierra, Nuevo León. Ha incursionado en los medios de comunicación pero es mucho más que un columnista. Se metió en la política partidista, de la que salió entre preocupado y harto. Y, creyente fiel del activismo, es todo menos uno de esos ciudadanos que comienzan en la libertad de la periferia y terminan siendo tan orgánicos que hasta confeti lanzan a los funcionarios que antes criticaban.
Por eso me resultó particularmente interesante la iniciativa en la que ahora, junto con un puñado de neoleoneses, se ha embarcado. A finales de febrero, Miguel participó en el lanzamiento de Vía Ciudadana, un movimiento que se ha fijado una meta concreta y específica: postular a las elecciones de 2015 candidatos ciudadanos en Nuevo León.
Claridoso como regio que es, Miguel me explicó por teléfono varias de las características de esta iniciativa:
Queremos cambiar las reglas del juego del bipartidismo PRI-PAN que ha dominado Monterrey.
Vamos a ir a la competencia con las reglas que existen: tenemos un enfoque pragmático para luchar con lo que hay a mano.
No podemos esperar a que nos abran la puerta, vamos a usar las reglas para tumbar esas puertas.
Nos dirán resentidos y tránsfugas, pero no importa, debemos ser capaces de recibir a gente valiosa sin importar que hayan estado en partidos.
Queremos decirle a toda esa gente valiosa que tiene vocación por los temas públicos –sociales, académicos, culturales-, y que dice que la cochina política no es para mí, que hay una gran diferencia entre el talento existente en la sociedad y lo que hay en la política. Y que hay que corregir ese desbalance.
Vía Ciudadana se propone dos cosas en concreto, hacer lo necesario para tener candidatos listos para competir, y ser una plataforma de acuerdos para lograr un frente común que postule a los mejores.
Cuando presentaron esta iniciativa en Monterrey, Miguel comentó algo muy importante con respecto a la cultura de la queja, esa que tanto campea y que hace que el abuso de los políticos parezca una condena inevitable: “Vía Ciudadana es un llamado a todos los ciudadanos a decir dejemos atrás la cultura de la queja y el lamento, la responsabilidad es nuestra, aquí mismo y ahora se corta la cadena de pretextos pues somos los responsables de lo que nos pasa y estamos llamados a asumir el reto de gobernarnos”.
Además de lo anterior, Miguel cree que es tiempo de abandonar el derrotismo y reconocer que nos ha faltado, en Nuevo León, en el DF o donde quiera en la República, una narrativa que reivindique que las denuncias y las protestas sobre casos de corrupción de algunos gobernantes sí reditúa, que la ciudadanía sí ha logrado que haya políticos que ya no se quitarán el estigma de la corrupción, personajes cuya carrera será más difícil luego de las críticas.
En Vía Ciudadana también están, entre otros, Tatiana Clouthier, Ángel Quintanilla, Liliana Flores Benavides y Mauricio Sada. Los chilangos deberíamos poner mucha atención a lo que está pasando en la sultana del norte. ¿No creen?
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(SALVADOR CAMARENA / @salcamarena)