“La letra chiquita”, por @dmorenochavez

“Cuántos cambios en México. Ahora sí van en serio”.

No saben la cantidad de veces que escuché lo mismo en el viaje que hice fuera del país, hace unos días. Analistas y periodistas de todos colores, sorprendidos por las reformas aprobadas en México el año pasado.

Y no son gente desinformada. Saben del Pacto por México y de lo que se ha hecho en telecomunicaciones, educación, política y energía.

“Deberíamos aprender en mi país: todos los partidos, de acuerdo”

Las primeras veces refuté, debatí, traté de explicar. Las últimas sólo sonreí.

En países donde apenas llega información sobre México que vaya más allá de la violencia, no es fácil explicar contradecir grandes titulares sobre las reformas e insistir que éstas no pueden valorarse sin revisar la letra chiquita. Y que ahí, estamos -debemos estar- muy poco satisfechos.

Que la reforma de telecomunicaciones es poco menos que un desastre y que será dictaminada por legisladores más preocupados en asociarse con los regulados que con los consumidores.

Que no puede entenderse que alguien haya sido capaz de imaginar un artículo que diga que se puede “bloquear, inhibir o anular de manera temporal las señales de telecomunicaciones en eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional a solicitud de las autoridades competentes”.

O que se le da el poder a la Secretaría de Gobernación de “vigilar” los contenidos que se transmitan en radio y televisión.

Que la reforma educativa ha sido alterada en los estados, hasta anular algunos de sus avances. El reportaje que ayer publicó Reforma confirma lo dicho: abiertas violaciones a la Constitución, retrocesos avalados por gobernadores y sus partidos.

Que Elba Esther Gordillo está en la cárcel, pero que en su lugar se quedó quien era secretario de Finanzas del propio sindicato.

Que ni siquiera los nuevos integrantes del Instituto Nacional Electoral están satisfechos con la reforma que le dio vida a este órgano.

Que tuvimos suerte de que algunos de los nuevos consejeros del INE sean gente de fiar, pero que el procedimiento para seleccionarlos estuvo igual de viciado que siempre.

Que no hay combate a la corrupción.

Que…

Creo que a la mitad de mi explicación, mis interlocutores me dejaban de poner atención. Demasiados peros, demasiada información.

Al menos espero haber logrado que les diera curiosidad conocer esas letras chiquitas de las reformas. La misma curiosidad que creo debemos tener todos.

El Pacto por México nos ratificó que los cambios que necesita este país son demasiado profundos y serios como para dejárselos a los políticos y que éstos mantienen una dinámica de “primero yo y siempre yo”.

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(DANIEL MORENO CHÁVEZ / @dmorenochavez)