No, este texto no es un llamado a fumar nada ni una exaltación de la mariguana. Consumirla o no es una decisión personal (ya lo dijo la Corte) y hay otros y otras especialistas que bien pueden explicar los pros y contras de liberalizar su autoproducción y consumo. Sin embargo la mariguana, o el debate sobre la misma, sí es el camino pues marca la forma en que se puede incidir en la vida pública en otros temas.
Primero, porque esta discusión ha mostrado que la opinión pública se mueve. Acostumbrados a que cada discusión termine con los participantes en el mismo punto en el que empezaron, en este caso las encuestas muestran con toda claridad cómo la percepción ha cambiado al paso del tiempo. Y ése es el resultado de la información y de los argumentos que durante años algunos han puesto sobre la mesa.
En segundo lugar, porque los promotores de la nueva regulación no apostaron por cambiar las cosas vía el Poder Ejecutivo – a través de las políticas del Presidente – ni con el voto de diputados y senadores, sino por la ruta del Poder Judicial. Sí, el proceso llevó su tiempo y tuvo que sortear diversos obstáculos antes de llegar a la Corte, pero al hacerlo, lograron un avance que no habrían soñado por las otras alternativas.
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En tercer lugar, porque los integrantes de SMART – promotores de los ya famosos amparos – lograron provocar un debate nacional en torno a su tema. Lograron que la discusión dejara de ser de sólo unos cuantos para colocarse en el centro de la escena. Y si lo que ha dicho el presidente Peña Nieto se cumple, en las próximas semanas veremos múltiples análisis y opiniones para construir una política nacional sobre el consumo de la mariguana, que en el mejor de los casos abarcará todos los aspectos relacionados con el tema.
¿A poco no sería genial un debate similar sobre el combate a la pobreza o la corrupción? ¿Lograr una discusión amplia y de fondo de todos los actores públicos sobre esos problemas?, ¿meter al Poder Judicial al rol de cuña que pone a trabajar a los otros actores?, ¿incidir en la opinión pública a veces tan ensimismada en sus propias realidades?
El debate sobre el consumo de drogas es relevante por las implicaciones que puede tener, pero también por las lecciones que deja para todos los interesados en cambiar opiniones, leyes y conductas en este país. Ya veremos quiénes toman nota y logran explotar mejor la ruta trazada por la mariguana.
