La nueva radio, por @goliveros

El martes pasado, Apple lanzó su respuesta a los sistemas de streaming que, hoy, le han rebasado en éxito y respuesta de una audiencia que momento a momento se adapta a las opciones que la tecnología ofrece.
Spotify y Deezer no fueron los únicos que vieron el lunes con curiosidad la apuesta de la compañía de Cupertino. XM Radio y toda la radio tradicional voltearon a revisar Beats 1, la primera estación global.
Tal vez el eslogan sea pomposo y un tanto soberbio, no así la intención.
Durante años, la radio intentó ser un ejemplo de cercanía a través de la expresión local de las noticias, alertas, peticiones y reclamos. Gutiérrez Vivó, en la Ciudad de México, era un ejemplo de un modelo de radio que tuvo éxito rotundo en Europa y repetición en América.
La radio musical tuvo otros pivotes. Primero, la radio pirata que trataba de expresar libertades sin ataduras o fronteras nacionales marcó otro estilo de comunicación. Radio Luxemburgo, por ejemplo, emitía desde el océano un mensaje global desde una instancia clandestina y fascinante.
La FM encerró más aún el concepto de radio. Las capacidades tecnológicas de la banda hacían claro que no se tenían muchas salidas a menos de que se crearan cadenas con alta fidelidad y que repitieran un solo mensaje. Stereo Rey o Radio 1 de la BBC eran claros ejemplos de ello, que luego transmutaron en XFM de Inglaterra o Radical en México.
De hecho, crear cadenas musicales tiene aún sus bemoles, puesto que los dueños de la idea -por lo general, radiodifusores de ciudades con influencia social y política- emiten su mensaje y franquician logotipo, promocionales y música, pero no le dan a la calidad de producción que sea uniforme en todas partes…menos aun al mensaje.
Alfa Radio, Exa, los 40, la Kebuena, la Z, Máxima, la Comadre, Extasis Digital y Tu FM son ejemplo en el país de esto. A excepción de los programas que se transmiten en cadena, la uniformidad de calidad es muy difícil de sostener.
Beats 1 promete eso: la misma calidad sin importar de qué ciudad se genere la programación y el turno. Novedad y sorpresa en la música seleccionada y atención a públicos cercanos y lejanos. Esto, adicionado a programas exclusivos de artistas relevantes, mezclas y curadurías de publicaciones especializadas, emisiones de pídala (casi cantando) y demás. La radio hecha app.
Por alguna razón, al escuchar sobre una estación que tenía la misma calidad, música de excelente curaduría y cabinas remotas de distintas ciudades me vino a la mente Rock 101.
Y otra, para mí, muy familiar.
(GONZALO OLIVEROS)