La Ciudad de México anda huérfana de partidos. Al menos eso muestra la más reciente encuesta de El Universal en la que más de la mitad de los habitantes de la ciudad se identifica como votantes independientes (50.2%).
El dato sorprende porque desde 1997 la ciudad había mostrado una filiación política muy clara: perredista. Eso hoy está cambiando. Como muestra el mismo estudio, apenas en septiembre el PRD tenía el 29% de la intención de voto. Hoy ese partido tiene apenas la mitad: 15.3%.
Lo natural es que esa caída la estuviera capitalizando la oposición, no obstante el estudio muestra que no es así. Tan sólo un 6.7% de los chilangos dice que votará por Morena, un 6.6 por el PRI y el 6.2 por el PAN, porcentajes todos muy bajos que muestran el desencanto generalizado de la población con la clase política del DF.
¿Por qué? Por el desprecio que han reflejado los partidos de oposición. Excluyo a Morena pues es su primera elección, pero en el caso del PRI y del PAN las razones son evidentes.
Los priistas mantuvieron por años a Cuauhtémoc Gutiérrez, un personaje muy cuestionado, acusado incluso de explotación sexual, que si bien dejó el cargo en medio de un escándalo en los hechos sigue operando. Y si alguien tenía alguna duda cabe recordar que esta misma semana el PRI nacional incluyó a la madre del exdirigente como candidata plurinominal a la Cámara de Diputados.
En el PAN las cosas no han sido mejor. Luego de los escándalos por sus padrones inflados, los panistas siguen sometidos a una camarilla que ha dejado fuera a todos los que no pertenecen al círculo de Jorge Romero, el jefe delegacional de Benito Juárez que ahora va como primero en la lista de los candidatos plurinominales del PAN para la ALDF.
En el PAN DF nunca han aprovechado sus cuadros nacionales y a los cuadros locales que han destacado – en especial algunas legisladoras- los han relegado para que no rivalicen con el grupo que controla la dirigencia local.
A lo largo de los años el PRD no ha tenido oposición seria desde su llegada al poder, no obstante el desgaste está a la vista particularmente después de sus escándalos nacionales y de la gestión de Miguel Ángel Mancera, carente hasta el momento de cualquier sello que lo distinga más allá de su batalla contra el exjefe de Gobierno por la Línea 12 del Metro.
Las cifras de El Universal muestran dos cosas: que hay una gran oportunidad para la emergencia de liderazgos en la ciudad pero que hoy por hoy no hay personajes ni partidos que estén ocupando los vacíos que se están generando.
Ya veremos en los próximos meses si personajes como Arne Aus Den Ruthen, Xóchitl Gálvez o Ricardo Monreal, entre otros, pueden responder al momento que vive la ciudad. El escenario está puesto. Veremos quién lo aprovecha.