Mariana Boy, columnista de + Chilango y titular de la PAOT, habla sobre las suspensiones a obras por intervenciones sin permisos que se hacían sobre inmuebles catalogados, con el objetivo de evitar o detener daños irreparables a nuestro patrimonio cultural urbano
Por Mariana Boy Tamborrell*
Los habitantes de la CDMX andamos todos los días, como suele decirse, “al trajín”, por lo que pasamos por alto que vivimos en una ciudad con una riqueza cultural y arquitectónica inigualables. En nuestra capital existen vestigios arqueológicos como el Templo Mayor; caminamos un poco y encontramos numerosos inmuebles construidos durante la colonia, como son seminarios, conventos o la propia Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional.
Nos trasladamos menos de un kilómetro y podremos visitar monumentos a la arquitectura ecléctica y art decó, como son el Palacio de Bellas Artes, el Edificio de Correos o el Banco de México. Esta riqueza está en prácticamente toda la ciudad. Estos sitios arqueológicos, monumentos históricos e inmuebles catalogados por su valor artístico y arquitectónico forman parte de nuestro patrimonio cultural urbano. En la CDMX hay más de 15 mil inmuebles que cuentan con algún tipo de protección, y su conservación y preservación forma parte de nuestro derecho a la cultura e identidad.
Desafortunadamente, muchos suelen ser modificados, remodelados o incluso demolidos sin contar con los permisos de las autoridades competentes. De 2020 a la fecha, en la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) hemos impuesto 82 suspensiones a obras por intervenciones sin permisos que se hacían sobre inmuebles catalogados, con el objetivo de evitar o detener daños irreparables a nuestro patrimonio cultural urbano.
Recientemente enviamos al Congreso local una sugerencia de reformas a la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la CDMX, con el propósito de otorgar incentivos a dueños y poseedores de estos inmuebles para su conservación, pero fundamentalmente para establecer la obligación de reparar los daños causados cuando han sido intervenidos sin las autorizaciones correspondientes. ¿Por qué es tan relevante proteger nuestro patrimonio cultural urbano? Porque si lo pensamos bien, son parte de nuestra identidad, de nuestra vida y de nuestra memoria.
*Titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la CDMX