Según la Ayurveda, nosotros somos responsables de procurar la salud en nuestras vidas, y así poder evitar, curar y prevenir enfermedades
Por Ana Paula Domínguez
Hace muchos años, cuando recién empezaba a practicar yoga, me preguntaba sobre el efecto que los alimentos tenían sobre nuestro cuerpo y nuestra mente. Un día asistí a una conferencia sobre Ayurveda y ahí encontré las respuestas a todas mis dudas.
Ayur es un término sánscrito que significa vida, y veda significa conocimiento, por lo tanto, Ayurveda es el conocimiento de la vida que describe cómo los seres humanos formamos parte de la naturaleza y por lo tanto es necesario conocer las cualidades de los elementos que nos conforman: éter, aire, agua, tierra, fuego; al saber sobre el funcionamiento de los mismos y nuestros ritmos individuales, aprendemos a reconocer qué nos saca de nuestro equilibrio y qué nos regresa a él.
Es nuestra alimentación, nuestra rutina diaria, nuestros pensamientos y nuestro estilo de vida, entre otros aspectos, lo que tendrá un impacto sobre nuestra vida; sobre nuestra salud o enfermedad. Y si empezamos por lo más básico, es importante saber que somos responsables de lo que comemos, porque los alimentos tienen un efecto sobre nuestro cuerpo y nuestra mente. No es lo mismo el efecto que tiene comer una manzana cortada de un árbol, que un alimento procesado con químicos y conservadores.
Los alimentos también tienen un efecto sobre nuestro estado de ánimo. Los frutos que crecen fuera de la tierra y el agua tienden a darnos claridad mental. Si un día hiciéramos una mono dieta de manzana, podríamos darnos cuenta de la ligereza de nuestra mente, emociones y también del impacto positivo sobre nuestro sistema digestivo.
Los alimentos que nos dan energía son el jengibre, la maca, el romero, las especies, el chile y la canela por citar algunos. Estos alimentos también estimulan el sistema digestivo pero en exceso pueden ocasionar acidez y gastritis y a nivel emocional pueden exacerbar la ira o el enojo.
Los alimentos que nos dan estabilidad y arraigo son aquellos que crecen en la tierra, como la papa, la zanahoria, el camote, la calabaza. Por eso un potaje de verduras puede ser sumamente calmante. También la avena cocida y las nueces tienen este mismo efecto. En exceso alimentos como harinas, carnes, azúcares pueden ocasionar letargo y depresión.
Somos un microcosmos del macrocosmos y cada uno de nosotros tiene una constitución psico fisiológica distinta, por eso es que hay personas a las que un alimento les cae mejor que a otros. Para descubrir tu constitución psico-fisiológica, te he dejado un cuestionario ayurvédico que puedes responder gratuitamente y lo puedes encontrar en mi cuenta de Instagram anapau.dominguez o también puedes enviarme un correo a info@yoga.com.mx y con gusto te lo mandamos. A través del autoconocimiento, podemos encontrar nuevas herramientas para aprender a mantener nuestro balance.