52 mil niños mexicanos y centroamericanos están a la deriva. Solos, a merced de un debate internacional en el que las miserias máximas de los seres humanos han quedado de manifiesto, miles de niños están simplemente abandonados.
Con manifestaciones a favor y en contra, con su caso en extremo politizado, los niños están en el último lugar de las prioridades de los Estados Unidos. Son simplemente una papa caliente que todos quieren pasarle al de al lado. Ellos los quieren mandar acá, y acá no sabemos que hacer con miles de niños sin familia, sin destino.
Las intenciones de Obama para dar certeza a estos niños han sido mal recibidas por los grupos extremos y ha vuelto a poner a la luz el odio hondo de algunos en Estados Unidos frente a nosotros.
Los infames minuteman, grupo de fascistas que disparan y arrestan a migrantes en el deserto de Arizona, son sólo uno de los muchos grupos que han empezado a aparecer a lo largo de la frontera.
En entrevista con una radiodifusora, el señor Chris Davis, comandante del grupo armado ‘Secure Our Border Laredo’, informa que tienen ‘patriotas de todo el país que están dispuestos a invertir su tiempo, dinero para venir a pelear por la libertad y la soberanía norteamericana’.
Sí, oyó usted bien, corretear y matar mexicanos y centroamericanos pobres, desesperados y jodidos es una lucha por la libertad y la soberanía. Esta manada de ridículos jugando a ser marinos son un peligro para todos, hasta para ellos mismos.
Este caballero aparece en un video de ‘capacitación’ para sus milicianos en el que les explica que cuando se encuentren con un migrante apunten su arma a la frente y les instruyan a volver a su país o serán ejecutados.
Bonita y humanitaria manera de enfrentar el problema de la migración entre países. Y es que con el paso del tiempo y sin reformas que normalicen el natural flujo de personas entre países con tal nivel de simbiosis ha empezado a promover el auge de las visiones mas radicales y violentas.
Las autoridades de Estados Unidos y también las mexicanas tendrán que esforzarse por mandar a estos ‘autodefensas’ a la normalidad civil y alejarlos de estos juegos de armas.
La realidad es que estos miles de niños han llegado para levantar la penumbra que el tema migratorio ha tenido, la sombra de la ignominia, se ha agitado el debate y su nivel de gravedad ya está a la vista.
Es momento de abrir un debate binacional serio sobre el flujo migratorio, sobre la gente y sus vidas, sobre el dolor y la soledad que estas malas reglas y mala política pública ha traído a la región.
Los miles de niños abandonados deben ser el inicio de un cambio profundo. Debemos ser capaces de ser una sociedad que recupere su capacidad de asombro.
Y 52 mil niños lejos de su familia y de su hogar nos deberían asombrar y doler.
(LUCIANO PASCOE RIPPEY / @lucianopascoe)