En las últimas semanas noticias alrededor de las noticias y sus conductores se ha convertido en el tema de comidilla de los mediáticos y de los analistas de radio y televisión. Salidas y cambios de horario y formato han llenado redes sociales y columnas de quienes ven en ello censura y persecución.
Pero, ¿no debiéramos verlo como una oportunidad?
Seamos honestos, la manera en la cual la gente se entera es otra en comparación a como era el hábito hace 15, 20 años. La inmediatez de la televisión ha quedado rebasada por lo instantáneo de las redes sociales; la radio es el refugio de nuestra ideología y la prensa es el Partenón donde las columnas -y las inserciones de gobierno- sostienen la estructura.
Por supuesto que hay periodistas que ven en portales la salida a su pensamiento y a la editorialización de las notas que cubren. Ahora, la red es el campo de batalla de todos por un pequeño espacio de tiempo o por un click.
Pedro, Carmen, Adela, Loret y hasta Joaquín luchan por un segmento de tiempo del internauta. El error: mucho de poco.
De pronto, los portales de los periodistas mexicanos son el mausoleo de su ego o la confirmación de sus fobias y filias. Sus coberturas pasan de lo incoherente (¿en serio ese periodista va a hablar del nuevo disco de una banda que, seguramente, en su vida ha escuchado?) a lo vano o superficial.
Muchas veces quieren jugar a lo divertido o desparpajado y olvidan que para sitios de broma, existen decenas de opciones más ingeniosas que las que ellos pudieran desplegar.
Por ello, habría que voltear a ver proyectos emergentes aquí y en otras partes.
Ejemplos son: Vox.com y la idea de Nate Silver.
Vox -creación de Ezra Klein- basa su idea en algo sólido: información.
Datos, estadísticas, infografías, explicación y análisis: en casi un semestre desde su lanzamiento Vox.com traza la ruta hacia lo que debiera ser un sitio de noticias.
En la contraparte, Nate Silver -Sí, el experto en estadísticas que del béisbol saltó a la política, tiene sociedad con ESPN FiveThirtyEight, sitio web donde el número es rey. Las historias giran sobre el dato duro: la estadística como reina del acontecimiento.
Además, FiveThirtyEight tiene como colaboradora, a una mujer que más que un número es el entero: Hillary Clinton.
Ambos sitios están apenas en crecimiento. Algunos los ven inmaduros y poco accesibles para una etapa donde la noticia se ve como desechable y casi vulgar, como tópico o tendencia de Buzzfeed. Como sea, el afán de experimentar con nuevas fórmulas hace no necesario, si no imperativo, cambiar lo que hasta hoy se hace en medios tradicionales.
Y cambios que no sean sólo para que la directora de la estación de radio se luzca cada vez que sale al aire.
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(GONZALO OLIVEROS / @goliveros)