Traía el semblante desencajado. El levantamiento de 12 jóvenes mientras bailaban y se divertían en el bar Heaven de la Zona Rosa y la ejecución a quemarropa de cuatro personas en la colonia Morelos tenían a Miguel Ángel Mancera en el ojo de un huracán. Para amainar el temporal, el jefe de gobierno lanzó una advertencia a su ex alumno y a su ex secretario particular -que ocupan la SSPDF y PGJDF-: “ninguno tiene garantizada la permanencia en mi gobierno si no dan resultados”, advirtió de mala gana al término de la entrega de cheques a beneficiarios del Programa de Financiamiento para la Asistencia e Integración Social.
De eso va a hacer casi cinco meses. Y los discípulos de Mancera han respondido así a la sentencia de su jefe: con un pleito público que exhibe la falta de coordinación para prevenir e investigar los delitos en la ciudad de México. No se pueden ver ni en pintura Jesús Rodríguez Almeida, quien tomaba clases en el Instituto de Ciencias Penales con Mancera y dejó la Procuraduría llevándose altos mandos a la Secretaría de Seguridad Pública, y Rodolfo Ríos Garza, el abogado del DF que se hizo policía luego de que encarcelaran a su hermano acusado por el asesinato del papá de su novia, la tía, dos hermanos de ella y dos primos. El caso se conoció a nivel nacional como “El multihomicidio de la Portales”, pero después el hermano fue liberado por falta de pruebas.
Molesto, con ese rostro redondo y pelo corto que lo caracterizan, Rodríguez Almeida no titubeó en acusar que en la marcha del 2 de octubre hubo policías vestidos de civil, es decir infiltrados de otra dependencia que golpearon y detuvieron jóvenes. Ríos Garza quiso componer las cosas. Dijo que hubo una excelente coordinación con la SSPDF. Pero el secretario no dejó pasar mucho tiempo para desmentirlo. El jefe de gobierno se hizo de la vista gorda olvidándose de su advertencia. Y mientras, los problemas crecen para mal de la ciudad.
Muy pronto vino el desquite de Ríos Garza. Gustoso divulgó un segundo video del momento del secuestro de un colombiano el pasado 20 de septiembre en la colonia Narvarte. En él se pudo ver la presunta participación de un auto asignado a un jefe de grupo de la Dirección de Asuntos Internos de la SSPDF. El video fue grabado por un transeúnte valiente que sacó su celular.
Mancera, el jefe de gobierno parece no tener autoridad. Hasta ahora no ha dicho que hará con sus hombres al frente de las dependencias de prevención y procuración de justicia.
Hay elementos para sospechar que están más preocupados por buscarse trapitos para sacarlos al sol y hacerse daño que por hacer su trabajo. Es como si uno quisiera debilitar al otro en una guerra por ver quién cae primero. Lo que ya cayó, sin embargo, es la popularidad del jefe de gobierno. Su aceptación se redujo seis puntos, algo no visto desde los tiempos de Andrés Manuel López Obrador.
Según Parametría, la encuestadora que dirige Francisco Abundis, Miguel Ángel Mancera, el hombre que llegó a la candidatura por su buen desempeño al frente de la PGJDF y cuando las tribus del PRD se disputaban la sucesión de Marcelo Ebrard, tenía 76 puntos de aprobación en marzo pasado: los últimos resultados lo ubicaron en 70 puntos.
¿Tomará medidas Mancera para salvaguardar la seguridad de la ciudad y defender su popularidad frente a un PRI que acecha la recuperación de la capital?
(ALEJANDRO SÁNCHEZ / @alexsanchezmx)