Contra algunos pronósticos, Luis Miguel no solo está de vuelta, sino que, además, todo indica que estamos ante una nueva Luismimanía.
Hace algunos meses manifesté en este mismo espacio las dudas que me generaba el regreso de Luis Miguel. En primer lugar, porque su disco más reciente, ¡MÉXICO por siempre!, que estaba siendo publicado, me parecía tan tibio como las reacciones que estaba generando. También expresé mis dudas sobre la gira que anunciaba en aquel momento. No sabía si tendría la capacidad vocal, la salud y la disposición para cumplir con sus compromisos, tomando en cuenta todas las cancelaciones e interrupciones de conciertos que habían sucedido anteriormente. Y lancé las siguientes preguntas: “¿Podrá reconquistar lo perdido? ¿Podrá cumplir sus compromisos? ¿Volverá a deslumbrar con su talento?”.
Vamos con las respuestas. Luis Miguel ha reconquistado lo que parecía perdido. La gente que ha llenado noche tras noche el Auditorio Nacional se ha mostrado, a grandes rasgos, muy satisfecha con sus actuaciones. Por si fuera poco, la serie que produce Netflix se vislumbra como un éxito rotundo. Aunque la plataforma no suele compartir cifras sobre las audiencias de sus programas, la biografía del Sol, que debutó este domingo, es un tema que está muy presente en la conversación de las redes sociales, de las calles, de las oficinas.
Un ejemplo: un tipo que trabaja conmigo, tatuado y con aretes por todo el rostro, autodefinido como heavymetalero, me confesó que la vio. No pudo reconocer plenamente que le había gustado —su rudeza se lo impedía—, pero al menos admitió que se echó el primer episodio completo. Y esto hablando de una persona que jamás pondría un disco de Luis Miguel. Es decir, creo que la serie está siendo consumida incluso por quienes no están interesados (o eso dicen) en su música.
He llegado a pensar que estamos ante una nueva Luismimanía. A pesar de que artísticamente está estancado. A pesar de que es un emblema del mirreynato. A pesar de que su cara a muchos nos recuerda el salinismo. ¿A los millennials que ahora les gusta será irónica o sinceramente? ¿Es una reacción al reinado del reguetón? ¿Un recordatorio de tiempos menos bravos? ¿Escapismo puro? ¿Estarán descubriendo su talento y sus mejores discos? No lo sé. Lo único que me queda claro es que Luis Miguel está de nuevo en la cima. Tan popular como en sus mejores tiempos. Tan querido como siempre. Y que este columnista se equivocó rotundamente al cuestionar su capacidad para regresar. Nadie sabe nada.