Damita, caballero, señora, señor jefe de Estado de cualquier país. Estas son las instrucciones que debe seguir para superar las crisis que los molestos ciudadanos le endilgan a su gobierno. Chéquelas, disfrútelas.
1.- Permita que su esposa y su colaborador más cercano en el gabinete se vean involucrados en la compra de una Casa Blanca y de otra en MalinalcoYork, respectivamente. Dichas casas tienen que ser compradas a uno de los contratistas más hermochos, prechiochos y consentidotes por su presidencia.
2.- Una vez que se haya destapado el escándalo por semejante conflicto de interés y sufra la mayor crisis de credibilidad de su gobierno, hágase el que no entiende que no entiende y mande a su esposa a grabar un video renunciando a su propiedad inmobiliaria; que su amigo en el gabinete ni se inmute, contrate a un colaborador a modo para investigar qué tanto la Función Pública funciona y es pública.
3.- No toque ni con el pétalo de una depuración a la corrupta estructura que vigila y opera desde su gobierno las cárceles de máxima seguridad (lo de “seguridad” es un “máximo” decir).
4.- Una vez fugado el más peligroso criminal en su país, internado en la cárcel de “máxima seguridad”, suba una foto de usted a redes sociales haciendo como que está consternado y “agraviado”.
5.- Fracase en su política antipobreza y aumente en dos millones a los pobrecitos pobres de su país.
6Deje que el dólar también se fugue. Advierta a los críticos de la crisis económica de su país, que es muy buena señal que su moneda se devalúe. Repita la idea varias veces frente al espejo para que en su discurso se escuche creíble la afirmación… “Es muy bueno que el Peso (por ejemplo) se devalúe, es muy bueno que el Peso se devalúe…”. At libitum.
7.- Solape a mirreyes gobernadores de su partido político cuando amenacen a reporteros diciéndoles desde la plenitud del pinche poder: “Pórtense bien… Vamos a sacudir fuertemente el árbol”.
8.- Sea testigo de cómo son perseguidos, amenazados, exiliados y asesinados los miembros de la prensa mexicana que documentan lo descompuesta que anda su nación.
9.- Entonces distraiga la atención. Corra un maratón. ¿Que si sus calcetas estaban al revés? ¿Que si no sé qué que qué sé yo? Piense. Piense.
10.- ¡Las calcetas! ¡Claro! ¡Cómo no se le ocurrió antes! Búrlese aunque no entiendan su humor, escriba:”Aclarando el #CalcetaGate”. Y suba la foto de sus calcetines. ¿Aclarar lo demás? No. Lo demás es lo de menos.