Manual del ciclista irresponsable

 

Este es un manual muy políticamente incorrecto. Sí, hay automovilistas criminales y potencialmente criminales que se escudan en el volante y manejan con la impunidad de una máquina; existen los peatones que caminan con un fuero que les hace creer que pueden caminar como se les pegue la gana, sin orden o respeto por su vida o la de los demás. Pero hoy toca que hablemos de los ciclistas.

  1. Ciclista: es importante tener una dosis de imprudencia, de criminalidad, de cinismo y de desvergüenza.
  2. Una vez obtenido lo anterior, pedalee su bici por las banquetas, sí, las banquetas. Si se le cruza una ancianita, un niño o cualquier peatón, nomás écheles un chiflido. Si no le abren paso, pégueles, atropéllelos o miénteles la madre. Ni que todos respetáramos la ley. Ni que hubiera suficientes ciclovías en Chilangolandia.
  3. Sea imprudente: pásese el alto del semáforo, cruce avenidas por donde no debe, al fin si lo atropella algún automovilista responsable, la culpa nunca será suya, sino del que vaya al volante.
  4. Defienda su irresponsabilidad con argumentos como: el vehículo más grande, siempre tendrá la culpa. Ejemplo: El coche siempre será responsable sobre la bici. Aunque el bicicletero haya sido el imprudente. Aunque no lo crea, así piensan algunos grupos de ciclistas organizados.
  5. Use su cel mientras pedalea. ¡Se ve súper cool!
  6. Baje de peso: sea ciclista. El mejor chiste que me han contado.
  7. Los automovilistas se creen dueños de la calle; los peatones se creen dueños de las banquetas; los ciclistas se creen dueños de todo. Sabiduría popular.
  8. Siéntase cirquero: lleve a su hijo sentado en el tubo frente a usted, a su sobrino en los diablitos y vaya cargando a un bebé. Es importante que ninguno use casco.
  9.  Toree los coches, pedalee entre ellos, si puede golpear un retrovisor, mejor. Si el automovilista se da cuenta y lo ve con ojos de furia, huya.

10. Ciclista: sea intolerante a las críticas y no ejerza la autocrítica.