1.- Para combatir al crimen hay que dar la impresión de que el DF tiene un envidiable y Honorable Puerco Policiaco tan atlético como Homero Simpson, Beto el Boticario, Choche el de Bronco (Q.E.P.D.) y presumir de la gracia de Paco Stanley (también Q.E.P.D.). De manera que los ladrones se mueran de risa… ¡perdón!, se mueran de miedo.
2.- Para ello, los policías entrenados para descender a rapel por Constituyentes, -o cualquier barda de mínimo un metro de altura- deberán pasar los exámenes de control de confianza, control de grasas saturadas y control de mareos.
3.- En cuanto un policía vea que un asaltante está molestando a un automovilista, ¡debe entrar en acción!
4.- En ese instante tomará el rapel y hará gala de las clases de trapecismo policiaco aprendidas en el Circo Atayde. ¡Qué comience el rescate! ¡Y dice una… y diche dos… y diche treees!
5.- Para agarrar valor, nuestros corruptos… ¡perdón!, nuestros astutos policías deberán empaparse de una cultura de combate a los criminales ejemplificada en películas de cine de arte tales como Rambo I, II, III y IV, así como todas las cintas de los hermanos Almada y algunas de Lola La Trailera, en el caso de que las policías a rapel sean mujeres.
6.- La novedosa técnica de reacción policiaca podrá ser empleada en aeropuertos, aduanas y fronteras donde sean vistos prófugos de la justicia chilanga, como el Carnal Marcelo Ebrard o Enrique Horcasitas, ambos acusados de columpiarse en la corrupción de la Línea más chueca del Metro: la 12. Si bien en el argot de la procuración de (presunta) justicia se dice que “no hay nada contra Marcelo Ebrard”, la verdad es que usted y yo sabemos que lo que nos quieren en realidad decir es: “En cuanto se descuide, nos lo vamos a ensartar”. Por eso los policías deben estar atentos para entrar en acción.
7.- Todos los restaurantes y antros de la Condesa tendrán a un policía escondido en sus tejados. De manera que en cuanto llegue un integrante de las temidas bandas de extorsionadores, el policía de un brinco lo atrapará y lo amarrará como puerco, con el mismo mecate que usó para el rapel.
8.- Combatir al crimen es tarea de todos (frase sobada de spot gubernamental). Es tarea de todos, incluidos los voladores de Papantla, quienes darán cursos de actualización periódica a nuestros polis. Sí, porque a nuestro Heróico Puerco Policiaco le resulta mejor dar show que evitar: las mordidas, la complicidad con los ladrones o respetar la ley.
9.- Los Ministerios Públicos a los que sean remitidos los presuntos ladrones detenidos in-fraganti-rapelini tratarán a los detenidos tal y como tratan a cualquier ciudadano víctima de un delito: con las patas y como animales.
10.- Una vez detenidos los ladrones, tómese la foto de la victoria. No importa que, mientras el policía a rapel esté dando show en Constituyentes, en el resto de la ciudad las ratas de dos patas sigan haciendo de las suyas con absoluta impunidad.
(NACHO LOZANO)