Si quieres aprender a insultar como todo un profesional, simple y sencillamente sigue estas vulgares instrucciones.
Insulto tipo sutil
Hay que sentirse el Juan Camaney del gabinete presidencial. Hay que saberse el “Con todas puedo” para insultar a una dama como Araceli Damián, diputada ella. ¿Quién fue el machito? Luis Miranda, el compadre y operador político del presidente Peña Nieto, en sus tiempos libres secretario de Desarrollo (electoral y) Social (del PRI). Cuando la legisladora lo criticó por no estudiar los datos que expuso esta semana en el Congreso y desconocer qué es la pobreza alimentaria, Miranda le contestó: “Desgraciadamente no estudié siquiatría para entenderla (a la diputada)”. O sea que sutilmente le dijo “loca”.
Insulto tipo “el barrio me respalda”
El mismo Miranda, en su primera aparición como secretario de esa cartera, dijo a la respetable audiencia: “Así como se parten la madre los migrantes, pártanle la madre a los malos” que los quieran robar. O sea, tomemos justicia por propia mano; no hay que presentar a los ladrones ante la justicia, ¡porque aquí no hay justicia! O sea: mátenlos en caliente. Luego discutimos si eran “malos” o nos equivocamos partiéndole la madre a los buenos.
Insulto tipo en bola
Los mexicanos llevamos el insulto en la sangre. Aspiramos vulgaridad, expiramos mentadas. A la hora de insultar a un adversario deportivo se escucha el “Ehhhhhhhh… ¡Puuuuuto!”. Una frase que debería escribirse con letras de oro, porque ya es parte de la homófoba cultura mexicana. Un insulto que por su creatividad y gloria nos ha lanzado a la fama internacional causando la envidia de miserables como Donald Trump.
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Insulto tipo nuevo rostro del PRI
Es aquel cometido por un grupo de gobernadores como César y Javier Duarte, Roberto Borge, Tomás Yarrington y Guillermo Padrés (panista él) quienes han insultado la inteligencia y dignidad mexicanas al saquear a sus estados y decir que son inocentes. Esa sí que es una mentada monumental.
Insulto tipo Javidú
Aunque nada como ofrecer 15 millones de pesos de recompensa por Javidú (el del pasaporte falso con bigotito, que es en sí un insulto contra el Señor Barriga al que se parece tanto) y otros 15 por Yarrington ¡meses después de que se escaparon! Esa no es burla, es un pinche insulto, me cae.