Estas son las instrucciones que cualquier gobierno debe seguir cuando haya atropellamientos de ciclistas en las calles de sus modernísimas ciudades.
- La trampa
Póngale una trampa a los ciclistas: dígales que Usted, en tanto autoridad del GDF (por ejemplo), les recomienda -y ruega encarecidamente- que usen bicis en lugar de coches, que pedaleen Ecobicis en lugar de subirse al saturado transporte público.
- Ciclista iluso
Una vez que el ciclista haya mordido el anzuelo de la invitación a una “movilidad de primer mundo”, encárguese de que en su gobierno no haya ciclovías suficientes, señalamientos claros y carriles bien pintados; contrate policías de Tránsito ineficientes que no protejan la integridad de los ciclistas amenazados por choferes del transporte público (y particular) a los que les vale 8 km de riata el reglamento de tránsito.
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- Mate a un ciclista.
Una vez que el ciclista sea atropellado debido a la imprudencia de cualquier microbusero, taxista, trailero o automovilista asesino en Chilangolandia, entonces su misión estará cumplida. Para entonces usted, “gobierno”, habrá enviado el mensaje de: ME-VALEN-MADRE-LOS-CICLISTAS-DE-LA-CIUDAD-QUE-GOBIERNO.
- Se ponen muy salsa
¿Que los ciclistas organizados se le ponen al brinco porque no existen las condiciones para ser ciclista en la ciudad que usted gobierna? ¿Le exigen castigos mayores sobre los asesinos? Bitch, please! Guarde la calma. Responda con un: “Vamos a capacitar a los ciclistas”. ¡Bravo! ¡Aplausos! Excelente respuesta. Claro, la culpa es de ellos por pendejos. ¿A quién se le ocurre andar en bici por donde circulan micros o camiones? ¡Por Dios!
- Sueño justo
Váyase a dormir con la tranquilidad de saber que en su ciudad no se respetan los reglamentos de tránsito, que en su ciudad todos los salvajes al volante compiten por matar al más indefenso. Duerma satisfecho por saber que para los microbuseros, traileros irrresponsables y choferes asesinos usted, Autoridad vial o de gobierno, se conforma con una mordida o apoyo electoral. Lo demás (vida de los ciclistas), es lo de menos.