¿Es usted un empresario extraviado entre tantas presiones que no le permiten correr exitosamente a una periodista o periodisto incómodo? ¡No se preocupe! Aquí le dejo las instrucciones para echarse ese trompo a la uñita. Con suerte, hasta festejará el golpe con un brindis delicioso y suculento sabor ‘Quedabien’.
Haga cosas ‘buenas’ que parezcan ‘censura’ ‘autoritarismo’ o ‘despidos injustificados’.
- Exagere y desproporcione cualquier error cotidiano en un medio. Por ejemplo, “uso de la marca” y “abuso de confianza”: no lo arregle en cinco minutos, que sea el pretexto perfecto para echar a la incómoda periodista.
- Aproveche el desgarriate para imponer “nuevos lineamientos” editoriales que ponga derechitos a sus conductores. ¿Que de dónde salieron esos lineamientos? Diga que fue el Espíritu Santo el que se los dictó.
- Una vez despedida Aristegui, dé las razones más incomprensibles, extrañas, amorfas y poco creíbles sobre la decisión de su salida. Eso permitirá que los inconformes le echen la culpa de los sucedido al presidente Peña Nieto, quien, no olvidemos, anda dolido porque le quitaron una Casa Blanca (la de su esposa), luego de una investigación de Carmen.
- Provoque que los más-pi-cu-dos diarios, portales y agencias internacionales reporten la noticia del despido de su incómoda exempleada diciendo que fue despuesito de la publicación de ese famoso reportaje-pesadilla.
- Aporte su granito de arena a la incredulidad y desconfianza que privan en México, tal como lo señaló el siempre preciso y atinado presidente Peña Nieto, quien con este conflicto mediático demuestra que Sí entiende que No entiende.
- Recuerde: Usted es el dueño del negocio radiofónico y puede hacer lo que se le hiiiiiiinche… con sus empleados. ¡Mueran los derechos laborales! ¡Fuchi la libertad de expresión! ¡Hip-hip-hurra la concesión que me dieron!
- Sale Carmen Aristegui, entra Carmen Salinas. Sería su mejor decisión de negocios.
- ¿Le preocupa el desprestigio del gobierno federal? No´mbre, nopasanáa. Mire, sólo hay que pedirle a la Secretaría de Gobernachong que mande un telegrama a la gran familia mexicana diciendo que es un pleito deschongado “entre particulares”, aunque usted use un espectro regulado y concesionado por el Estado mexicano, o sea, un bien público.
10. Déjese hundir.
(NACHO LOZANO)