Estas son las instrucciones que deberán de seguir los agentes aduanales, la Policía Federal, la PGR o cualquier puerco policiaco para detener a los narcos disfrazados de inocentes en el aeropuerto de la #CDMX
1.- Nada es lo que parece. Ni un narco parece narco ni una persona que parece inocente es inocente. Por si las moscas, arreste al pasajero que parezca inocente.
2.- Estamos en México: la presunción de inocencia pásesela por el Benemérito Arco del Triunfo. Ni que estuviéramos en Suiza para respetar los derechos humanos. Además, quién se va a andar preocupando por una sembradita de droga, ¿verdá?
3.- Júntese con sus compañeros aduanales y de la Federal, y saquen la Ouija. Pregúntele a los espíritus cuál de los pasajeros que bajan de un vuelo procedente de Sudamérica es el narco-inocente. Una vez que la Ouija lo detecte, siémbrele la droga y arréstelo.
4.- No pregunte, no investigue, no le permita tener abogado, ¡amárrelo como puerco! Torture al detenido si es necesario y si no es necesario ¡también! La Ouija nunca se equivoca.
5.- Sea más inteligente que los traficantes. Ahora los narcos ya no se visten con sombrero, camisa a rayas, lentes oscuros, no usan bigote y mucho menos van armados, sino que andan por la vida vestidos de inocentes. Se disfrazan de bailarinas de ballet o de universitarios con los mejores promedios. No se deje despistar, esos son los que andamos buscando.
6.- Consiga de 10 a 20 kilos de cocaína y téngala lista en su oficina para cuando la Operación Siembra esté en marcha. Procure guardarla en una maleta de un color común, de características populares… y trate de no inhalarla, no sea un #Atascado.
7.- Concéntrese en los vuelos comerciales procedentes de Sudamérica. Si no sabe qué es Sudamérica, compre una monografía. Si no sabe qué es una monografía… recurra a su intuición: detecte a los pasajeros que hablen más #rarito que un tabasqueño o un chiapaneco. ¡Esos también son los narco-inocentes!
8.- Una vez identificado el narco disfrazado de inocente, cámbiele la maleta con la droga ya sembrada. “Noooo, que esa maleta no es mía; nooo, que me la sembraron; noooo, que quién sabe qué”. #SíAjá. ¡Arréstelo y mándelo con la PGR! ¡El deber llama!
9.- Diga que usted vio clarito cómo el presunto narco-inocente agarró la maleta cargada de droga con actitud sospechosa: o sea, actuando normal como si no temiera nada. Recuerde que debe cumplir con su cuota de detenidos, no importa que sean inocentes. Ni modo que digan que usted nomás va a la oficina a calentar el asiento o a hacerse pendejo hasta esperar la quincena, ¿no?
10.- Refúndalos en un penal o cárcel de máxima seguridad. La PGR es experta en ello. Al fin y al cabo que un preso inocente más en un penal mexicano es una raya más a la perra justicia. ¿O cómo era el dicho?