Manual para pedir perdón y no permiso

Opinión
Por: Nacho Lozano

Estas son las instrucciones para cometer un error, decir que no lo cometió, generar la percepción de haberlo cometido y luego pedir perdón por cometerlo descaradamente.

  1. LA PEÑANIETADA
    Otorgue contratos millonarios a un empresario amigo suyo y cómprele una casa blanca carísima a través de una prestanombres muy goapa (como las de Coapa): su esposa. Es más, dígale a su esposa que presuma su mansión en ¡Hola! para que los pobres (que no existen, según Inegi) se retuerzan de envidia. Aquí no hay conflicto de interés hasta que lo hay (o lo cachen).
  1. ESCANDALOCRACIA
    Actúe normal y siéntase en la plenitud del pinche poder (Fidel Herrera dixit). Hasta que una investigación de periodistas incómodos documente la sinvergüenzada en la que incurrió. Cuando el escándalo embarre la investidura presidencial, respire y mantenga la calma. Despida a los periodistas por liosos y esconda la cabeza bajo tierra. Hágase como si la Virgen de las Lomas le hablara e ignore las críticas y denuncias.

LEE EL MANUAL ANTERIOR DE NACHO LOZANO: MANUAL PARA ENTENDER EL POKÉMON GO!

  1. YA VALIÓ
    Sienta la irritación (sin albur) del público ante su marranada. Estallado el escándalo, mande a la señora de la casa-blanca a aclarar el detallito de la compra de la casa. Es importante que su esposa sea actriz para que, con un melodrama intenso (como los de Vicky Ruffo), regañe a los mexicanos por metiches y que diga que la compró con el sudor de su frente, y que háganle como quieran, y que no estén chingando, y que pinches nacos.
  1. MUPPET LIKE A VIRGIN
    Contrate a un muppet que se llame Virgilio y que haga la finta de que lo va a investigar a usted desde la oficina de la (dis)función pública. Este empleado-muppet deberá expiarlo y rendirle pleitesía priista. “Aquí no pasó nada”. ¡Bravo! ¡Aplausos! El teatro fue soberbio. ¡La libró! Usted no violó ninguna ley.
  1. RECULACIÓN
    Pierde elecciones y su popularidad está más bajita que la estatura de Virgilio. Regrese la casa y pida con humildad perdón (dos años después), para que los humildes mexicanos dejen de andar fregando. Recuerde que usted es el Presidente y puede cometer errores porque (lágrimas en los ojos) “Soy un ser humano que la riega y regarla es cultural”. ¡Y tan tán! Pobre Virgilio, quedó en ridículo por haber dicho que usted no había cometido un error que sí cometió pero que no quería cometer aunque generó la percepción de haberlo cometido con ganas. Y por el cual pidió perdón. El PRI del 2016.