Primer disparo
Frente Nacional por la Familia o Frente Emocional por la Homofobia son lo mismo. Usan en su apodo el concepto castrense frente porque están en guerra. Castrenses y castrosos preguntan como en la batalla: ¿estás conmigo o contra mí? Polarizan, dividen, aniquilan al que piensa distinto. Tal vez esa sea la explicación de la presencia de grupos autodenominados neonazis (el pasado fin de semana) que exigen, marchando, desaparecer todo lo que no parezca una “familia natural” o “tradicional”, porque para ellos las madres solteras o los padres solteros no deberían existir, los abuelos criando nietos no son familia, los hombres o las mujeres que no se quieren casar no son familia, los huérfanos nunca tendrán una familia “natural” o “tradicional”. Neta, no mamen. Lucran con un catecismo medio leído en la mano y consignas confusas y mentirosas. Basta ver los videos en las redes con participantes que no tenían idea de por qué salieron a las calles.
Segundo disparo
Seamos claros y no nos andemos con payasadas: este Frente se opone a los derechos de las familias fundadas por homosexuales; se opone a su derecho a casarse y adoptar; se opone a respetar la ley y los derechos de estas minorías que ya fueron avalados por la Suprema Corte con la jurisprudencia 43/2015 que reconoce estas uniones y los derechos que conllevan. Se les olvida que los niños tienen derecho a tener una familia. No hay justificación para pensar que el otro no tiene los mismos derechos que yo. Una cosa es tener el derecho a creer lo que quieras y otra creer que le puedes quitar un derecho a quien quieras.
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Tercer disparo
Los homofóbicos que marcharon el fin de semana son hipócritas que vale la pena desenmascarar. Ellos quieren una figura legal diferente para los que no son heterosexuales y se quieren casar. Dicen que los toleran, ¡mienten!, porque no respetan sus derechos, es más, se los quieren quitar. Es como decir que uno no es misógino o machista, pero las mujeres tienen su lugar en la cocina y sólo sirven para tener hijos, ¡ah!, y que no deberían tener las mismas oportunidades que los hombres. Me alegra que la marcha haya sido muy menor y que cada vez más mexicanos estén en contra de esta homofobia que los motiva.
Último disparo
La homofobia mata, la homosexualidad no.