Primer disparo
Lo han dicho hasta el cansancio varios personajes del PRI: “La prioridad del Presidente de México es ganar la elecciones del Edomex en 2017”. La SEDESOL se ha instalado en ese estado para consentir al electorado. El presupuesto de 2017 llenará de billetes las arcas de la entidad. Simple y sencillamente porque el Edomex es la cuna, el bastión y la catedral que bautizó políticamente a Peña Nieto. Ahí vive el Grupo Atlacomulco y en ese estado gobiernan los intereses económicos, políticos y sociales que también influyen en lo nacional. ¿Habrá límites en el PRI para “ganar a como dé lugar”? ¿Las leyes serán respetadas? Nadie lo puede garantizar.
Segundo disparo
¿Ganarán? Las encuestas las encabeza el PRI el día de hoy. El sondeo reciente de El Universal dice que son prácticamente 6 puntos con los que el tricolor supera al PAN, aunque si los azules se unen al PRD terminarían con el PRIato en la entidad. Pero, a ver, que levante la mano aquel que confíe y crea en los sondeos. Las encuestas se han equivocado y gacho.
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Tercer disparo
Eruviel Ávila ganó la elección a gobernador en 2011 con un PRI dividido (Eru amenazó con irse con los de enfrente si no le daban la candidatura) y con poquísima participación del electorado. Con el prestigio por los suelos, el PRI (de Peña) teme que la oposición los saque y luego inicien las auditorías que hoy tienen prófugos y asustados a exgobernadores como Javier Duarte (PRI-Veracruz), César Duarte (PRI- Chihuahua), Roberto Borge (PRI- QRoo) y Jorge Herrera (PRI-Durango). Acusar a Eruviel de corrupción dinamitaría su aspiración presidencial.
Último disparo
Homicidios dolosos, inseguridad, feminicidios, corrupción… ¿Podrían ser razones suficientes para que el PRI-Edomex sude como nunca? ¿O el billetazo ganará?