Primer disparo
“Gracias a la Reforma Hacendaria, por primera vez en cinco años, no habrá incrementos mensuales a los precios de la gasolina, diesel y gas LP”: Enrique Peña Nieto, un 4 de enero de 2015, a las 9:22 de la noche.
“Y por qué no, en lugar de subsidiar autos nuevos de 250 mil pesos, mejor Calderón deja de subir la gasolina cada mes?”: Luis Videgaray el día 24 de junio de 2010, a las 11:37 de la mañana.
Segundo disparo
Pendejear a los mexicanos es muy fácil. Lo hicieron, por ejemplo, con aquella espotiza que nos recetaron en radio y televisión convenciéndonos de las bondades de las reformas del señor Presidente. Los spots los pagamos usted y yo, claro está. Dijeron que, ¡por el amor de Cristo!, no nos preocupemos, que cero nos agobiemos, que plis le bajemos a nuestra intensidad contra las reformas hechas con las patas, porque la gasolina nos saldría más barata que una colilla de cigarro y que nos daría una pinche risa ver el saldo de nuestro barato recibo de luz.
LEE LA COLUMNA ANTERIOR DE NACHO LOZANO: EL PEJE, VIDEGARAY Y MESSI
Tercer disparo
Pasaron las elecciones de junio de 2016, perdió el PRI y, ahora sí, para julio los mexicanos fueron recibidos a punta de gasolinazos acompañados de aumentos en el precio de la luz: 5% para el sector industrial, de entre 5 y 7% para el sector comercial y de 6.8% para hogares de alto consumo (sólo el 2% de usuarios… por ahora). Videgaray agarró el gusto de darnos toques #AhíDondeLesPlatiqué.
Cuarto disparo
La culpa nunca es del gobierno. Si por ellos fuera, ¡nos regalaban galones y galones de Magna y Premium! ¡Si estuviera en sus manos nos pondrían una planta eléctrica en el jardín! ¡Por esta (besa la cruz) que sí! Pero, ¡chin!, desafortunadamente las crisis exteriores obligan a México a subir las tarifas, caray. Miles de millones de pesos gastados en campañas electorales; cientos de millones en INE-landia; miles de millones desviados por gobernadores corruptos; millones y millones gastados a discreción en los congresos locales y en San Lázaro et al. Pero son los jodidos mexicanos los que tienen que pagar las consecuencias “del exterior”. Pinche exterior, te odio.
Último disparo
“Pendejéalos, al fin que para mañana ya se les habrá olvidado”.