Escribo, hago radio, doy clases, odio el chocolate, le voy a los Pumas y todavía quiero seguir en México.
Lector, lectora queridas: ¿cuál es el mejor spot de partidos políticos de los que viene escuchando hasta la saciedad en estos días aciagos que corren? ¿O el menos malo?
Sí, ya sé, mi pregunta es sesgada. Pero es que ni cómo ayudarles. Exijo algo así como una ‘procuraduría para atender daños cerebrales irreversibles por larga y continua exposición a la creatividad de los spots de partidos políticos’. ¿Suena largo el nombre? Lo es. Tan largo como el daño causado.
Mire, usted. No soy contraria a la comunicación política, faltaba más. Ni me opongo a priori a la espotiza. Que cuando la historia es buena, en cachitos nos sabe hasta mejor. El problema es la calidad, la creatividad, esos elementos necesarios para que la narrativa cuaje. ¡Pero que no cuaje de sopor!
Imagine a un extraterrestre que cae de golpe en territorio nacional. Y entonces escucha un anuncio sobre el orgullo de ser turquesa, ¡a huevo! La identidad desde un pantone manoseado. Pero no importa, ¡a huevo! Luego se mete al cine y mira que un tal Verde (que lo tiene todo, menos ser un partido ecologista) machaca con el nosotrossícumplimosnosotrossícumplimos, que si los animales y los tantos años en cárcel. Y, al final, no sabes a quién deberían meter tantos años a la cárcel (no me tienten, que me les voy de boca y sin parar). Lo único interesante del spot del PRD es que les obligaron a quitar a López Dóriga y a Telmex. Y frente a la censura, pues todos volteamos a ver al producto. Aunque sea un bodrio. En los veintitantos mil que nos faltan, según el spot del PRD, ¿también cuentan a los desaparecidos en los estados que gobiernan? Es pregunta de una tuitera que seguro sólo quiere confundir más al extraterrestre. Luego escuchamos que el PRI le aplaude a los mexicanos (pues serán afganos los priistas), mientras que el PAN dice que México no está contento y no se mueve y así. Pobre de nuestro extraterrestre. Lo libramos de escuchar el del PT, porque ese no lo entendió ni su ‘creativo’. El de Morena exige demasiado contexto. Y los de los otros partidos son como chistes de Pepito.
Alguien toca a la ventanilla de mi auto. Y lo entiendo perfecto. De seguir así la espotiza, el extraterrestre y yo nos tiraremos del segundo piso del Periférico. Thelma and Louise versión temporada electoral.
45% de los jóvenes mexicanos no simpatiza con los partidos políticos, según el IMJUVE. Pero a estos últimos no parece importarles. Porque más grave que la desastrosa calidad de su comunicación electoral es saber que, en realidad, nunca han sabido comunicarse con quienes pretenden representar. O nunca han querido.
En fin, los tiempos que corren seguirán siendo aciagos. Que esto de la espotiza no termina… ni cuando termine.
(Gabriela Warkentin)