El gremio periodístico en México es muy raro. Bien lo sé porque vivo en él. Hay dueños de medios que, desde que la información tuvo un precio, la verdad les ha importado un carajo. Hay otros, sobre todo directivos, que pegan para que les paguen. Y nunca faltan los colegas apáticos. Quizá por eso a la sociedad se le fue metiendo la idea esa de Prensa vendida. Bien decía Kapuscinski que una mala persona no puede ser buen periodista. Pero no todo el gremio es así. De hecho, la mayoría no es así. En estos años he conocido a muchos colegas que salen a la calle, a sabiendas que se les puede ir la vida. He conocido a quienes no reciben sobornos y a quienes, más allá de sus horas de trabajo, ayudan a la gente. En otras palabras: son buenas personas y creen que el periodismo sirve para algo. Goyo Jiménez era uno de ellos. Hurgó en los secuestros de migrantes en Coatzacoalcos y lo mataron. Las autoridades de Veracruz, sin embargo, dicen que su homicidio fue un pleito entre vecinos. Los argumentos de cada gobierno cuando matan a un periodista son lugares comunes: “Estaba metido en algo”, “Fue un crimen pasional”, “Su trabajo no es línea de investigación”. Supongo que esto ha hecho que los colegas con quienes suelo coincidir sobre qué es el periodismo, se hayan hartado de tanta impunidad. Y hoy se están organizando. Prensa, no disparen, hasta donde tengo entendido, pretende ser un movimiento nacional de reporteros. No hay líderes. Todos son iguales. Es un movimiento que cotidianamente denunciará las agresiones a la prensa y que, sobre todo, actuará. Este domingo 23 de febrero, a las 12 horas, en el Ángel de la Independencia, Prensa, no disparen hará una concentración. Quiero pensar que es la primera acción de muchas que habrá de tomar. Por lo que he escuchado, y estoy de acuerdo, hay que ponerle un alto a la impunidad. Hoy es Veracruz, pero mañana puede ser otro estado del país. Uno de los comunicados de Prensa, no disparen dice: “La sociedad es nuestra patria y nuestra mejor aliada”. Y tiene razón: el reportero es el mensajero de la sociedad. Cada vez que matan a un periodista, la gente se queda sin voz. Colegas y sociedad: Prensa, no disparen nos está invitando a romper ese círculo de asesinato-indignación-olvido-impunidad-asesinato. México ya no puede ser uno de esos lugares donde se puede matar a cualquiera y no pasa nada. Creo que vale la pena unirnos. Ante sus balas, nuestras palabras. SÍGUEME EN @alexxxsanchez
(ALEJANDRO ALMAZÁN / @alexxxalmazan)