Mariana Castillo, columnista de + Chilango, comparte una reflexión del primer debate presidencial, al aterrizar que las propuestas de alimentación quedaron de lado
Por Mariana Castillo Hernández
Tres personas contienden en la candidatura a la presidencia de México. El pasado debate nos dejó mucha decepción y a la vez, muchas preguntas sobre cómo se solucionarán temas vitales.
Pienso en la alimentación y en que estas líneas puedan al menos servir para poner el ojo y el dedo en la llaga en un tema que debemos analizar y observar a detalle porque se relaciona con el territorio, los recursos naturales, las políticas públicas, la salud y la seguridad.
Y no, por favor no, ya chole con pensar en que la solución es invitar a chefs o cocineras tradicionales al senado para darles diplomas y hablar mediáticamente de lo importantes que son para nuestra cocina y patrimonio, desde discursos nacionalistas, folkloristas y únicamente turísticos. Lo que se necesita buscar son cambios en las realidades estructurales.
Si hoy tuviera de frente a las candidatas y el candidato me gustaría me contestaran lo siguiente:
- ¿Qué se hará para garantizar la seguridad alimentaria y de salud en el país, no solo desde la visión asistencialista, sino integral?
- ¿Qué se tiene pensado hacer respecto a comedores comunitarios y escolares, con menús saludables y adaptados a la cultura de cada región?
- ¿Cuáles serán las medidas para vigilar el cumplimiento de la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo?
- ¿Qué pasará con el proyecto de modificación de la NOM- 187 que prepondera la transparencia en ingredientes y la distinción sobre la tortilla que estamos comiendo actualmente?
- ¿Se vigilará que la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible se aplique y se le harán modificaciones para que esta tenga perspectiva de género?
- ¿Le pedirán a las refresqueras y cerveceras trasnacionales que muevan sus plantas de producción cuando el abasto de agua se comience a ver aún más comprometido de lo que ya está?
- ¿Se están analizando proveedores diferentes para compras públicas diferentes a los grandes corporativos?
- ¿Tienen planes para integrar a la cultura alimentaria como tema importante en las escuelas en todos los niveles de enseñanza?
- ¿Se dará protección a líderes agrarios y comunitarios de zonas biodiversas y se hará justicia a las familias de quienes han sido asesinados?
- ¿Habrá más campañas federales para separación y acopio de aceite de cocina y planes para evitar el desperdicio de alimentos?
- ¿Se dará seguimiento puntual a las denuncias hechas hasta la fecha ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente por contaminación en diferentes ecosistemas por parte de empresas privadas y estatales?
- ¿Harán algo para evitar que residuos mineros afecten zonas de cultivo?
- ¿Se revisarán de manera consciente las denominaciones de origen para proteger a la biodiversidad y que su cadena de valor realmente beneficie a quienes trabajan la tierra?
- ¿Se dará más apoyo a albergues para migrantes en México?
- ¿Habrá apoyos para investigación relacionada con temas alimentarios desde varias disciplinas?
- ¿Cómo evitarán la extorsión a productores de alimentos como el aguacate o el limón, el cobro de derecho de piso a comerciantes por parte del crimen organizado y la seguridad en la cadena de abasto?
- ¿De verdad consideran que desaparecer la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad es necesario, cómo piensan cubrir y gestionar su importante labor?
- ¿Se vigilará que se cumpla la Ley Federal del Trabajo en la industria restaurantera y hotelera, y se revisarán a detalle las irregularidades y denuncias que hayan sobre discriminación, racismo, violencia de género y otras más?
Y así un largo etcétera…¿qué inquietudes tienes tú?
Ojalá llevemos el discurso a algo más que solo estar orgullosos por la diversidad de las cocinas de México desde un ámbito contemplativo y documental: lo biocultural está entramado con lo económico y lo político. La alimentación es un derecho y en México hay una enorme agenda pendiente por resolver por parte de sus gobernantes.