Si el robachicos me daba miedo, a mis papás ni les cuento. Por eso hicieron que me aprendiera de memoria nuestra dirección y número de teléfono: Goya 53, interior 303, colonia Insurgentes Mixcoac, 5-63-57-71. Tenía que repetirlo como mantra para que me dejaran quedarme a dormir con mi abuela Georgina en el multi de Félix Cuevas y Av. Coyoacán.
No olvido el olor a galletas duras y café en su departamento de una sola planta y cuarentaytantos metros cuadrados. Ni el timbre grandote que me dejaba tocar mi papá cuando íbamos de visita algunos domingos. A esa edad, yo qué iba a saber que ese multi había sido el primero de América Latina o que lo había construido Mario Pani entre el 47 y el 49 donde antes estuvo un rancho llamado Santa Rosa o que había salido en películas de Buñuel, Galindo, Rodríguez, Alazraki y de quién sabe cuántos más. Yo sólo quería dormir con mi abuelita.
Y la primera vez que me dieron permiso, me acuerdo que tembló. Permanecimos quietos y en silencio, sintiéndonos a salvo en el multifamiliar más moderno de la colonia del Valle y aun de la ciudad, rodeados de 80% de áreas comunes y una bonita continuación del desarrollo estabilizador.
Han pasado más de 20 años. Entre que los románticos nacemos tarde y las mejores personas se van temprano, ya no puedo timbrarle a mi abuela para hacerle el chorro de preguntas que se me quedan en la panza y que este domingo voy a apaciguar con una torta de milanesa de Don Polo como las que comíamos en los años ochenta, cuando los Burger Boy y el robachicos, y cuando el ISSSTE todavía administraba el CUPA o Centro Urbano Presidente Alemán o Multifamiliar Presidente Alemán o, sencillamente, nuestro querido multi.