Los noventa se marcaron por una serie de acontecimientos políticos y sociales de cambio social en México. El sexenio de Ernesto Zedillo fue una sacudida de conciencia y el inicio del resquebrajamiento del status quo priista. En ese sexenio, el protagonista inequívoco radiofónicamente fue RadioActivo.
Creación de los hermanos Fernández, la estación se transformó de un confuso concepto llamado Dial FM, a partir de la incorporación del equipo de Zeta Audio, donde, en paquete, venían Martín Hernández y entourage. No obstante, el despegue mayor se gestó a la salida de esta camada y la llegada de un joven locutor llamado Olallo Rubio.
En cualquier etapa -pre, inter, postOlallo-, el mando de José Álvarez fue definitorio. Hombre que saltó de los elevadores a la radio, José seleccionó y llevó la conducción de su concepto hasta que la familia Fernández decidió vender Imagen Telecomunicaciones.
El éxito de RadioActivo -y del Pulsar FM de Arturo Forzán, vale decir- hizo el grupo de sólo tres estaciones atractivo para muchos. El recambio del 90.5 al formato hablado cambió la balanza, donde el 98.5 tiene un papel menos protagónico en ventas e interés político que la flamante Imagen Informativa.
Pero la radio es caprichosa y más cuando los egos chocan. La salida de Carmen Aristegui y Javier Solórzano había puesto en riesgo la estabilidad financiera de la empresa que, a la vez, luchaba en tribunales contra su anterior socio, MVS.
La oportunidad de negocio era exquisita para quien deseaba tener un puntal en la radio mexicana. En ese 2003, Imagen sufría en sus espacios de tarde y noche, pero gozaba de cabal salud con un Pedro Ferriz, quien no tenía los problemas empresariales que su competencia, Gutiérrez Vivó, sufría ante Radio Centro.
-A propósito, el Sr. Gutiérrez anunció esta semana el cierre de su proyecto por internet por falta de recursos. Una pérdida para quien deseaba oír a la voz que México escuchaba-.
A la compra de Imagen por parte de Grupo Ángeles, José Álvarez se retiró de la dirección de RadioActivo, la cual quedó a cargo de Olallo Rubio.
Los planes del grupo eran claros en ese 2004: combatir a los grupos hablados de radio donde, al acercarse la elección presidencial, los presupuestos serían importantes.
En abril de ese año, Imagen informó a los miembros de la estación que el concepto se acabaría. Todos decidieron que lo mejor era terminarlo esa misma semana. El 2 de abril, los locutores acabaron sus transmisiones y la música de la estación prosiguió hasta el día 30, cuando una manifestación cerró los accesos de entrada y salida del grupo de comunicación. La última canción que se transmitió del concepto fue C’mon c’mon de los Bon Vondies . Tras de ella, sonó Ninel Conde.
Al día siguiente, comenzó Reporte 98.5.